Los malos olores en la nevera, causados por alimentos mal almacenados o descompuestos, afectan a millones de hogares anualmente. Expertos y fabricantes ofrecen soluciones prácticas para prevenirlos, basadas en estudios recientes, aplicables en cualquier cocina del mundo, garantizando higiene y frescura.
Según un estudio de la Universidad de Guelph (Canadá), el 60% de los hogares reporta problemas de olores en la nevera debido a una limpieza deficiente o almacenamiento incorrecto.
Fabricantes como Samsung, Liebherr y Beko han desarrollado tecnologías y guías para minimizar este problema, complementadas con soluciones caseras efectivas.
Causas comunes de los malos olores
Los olores en la nevera suelen originarse por:
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Alimentos en mal estado: Frutas, verduras o carnes que se descomponen liberan gases.
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Derrames no limpiados: Líquidos como leche o salsas generan bacterias si no se limpian de inmediato.
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Almacenamiento inadecuado: Alimentos con olores fuertes, como quesos o pescados, contaminan otros si no están sellados.
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Humedad acumulada: Favorece el crecimiento de moho, según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Limpieza profunda
Para eliminar olores, vacía la nevera y revisa cada alimento. Samsung recomienda desechar productos caducados y limpiar estantes con una solución de 1 litro de agua tibia con 2 cucharadas de bicarbonato de sodio.
Este compuesto neutraliza olores y elimina bacterias sin dejar residuos químicos. Las juntas de la puerta, propensas a acumular moho, deben limpiarse con un cepillo suave y vinagre blanco diluido al 50% con agua, según expertos.
Almacenamiento correcto para prevenir olores
El almacenamiento adecuado es clave. Se sugiere usar recipientes herméticos para alimentos con olores intensos, como cebollas o pescados, evitando la contaminación cruzada.
Los alimentos frescos deben guardarse en cajones específicos: carne y pescado a 0-2 °C, y frutas y verduras a 4-6 °C. Un estudio de la Universidad de Michigan encontró que mantener la nevera a 1-4 °C reduce la proliferación de bacterias en un 40%, prolongando la frescura y minimizando olores.
Absorbentes naturales
Los absorbentes de olores son aliados prácticos. Hay fabricantes que recomiendan colocar un recipiente con bicarbonato de sodio, cambiándolo cada 2 meses. El carbón activado absorbe olores y dura hasta 3 meses.
Un limón cortado con clavos de olor, aunque menos efectivo, aporta frescura temporal, según la OCU. Evita el café molido, ya que, aunque popular, un estudio de la Universidad de Reading demostró que solo enmascara olores sin eliminarlos.
Tecnologías de fabricantes
Los fabricantes han innovado para combatir olores. Liebherr (que produce frigoríficos y congeladores) ofrece el sistema DuoCooling, que separa los circuitos de refrigeración del congelador y la nevera, manteniendo ambientes óptimos y reduciendo olores.
Beko (marca turca de electrodomésticos) incorpora filtros de carbón activado en algunos modelos, eliminando hasta el 90% de los olores, según pruebas internas. Samsung sugiere revisar el drenaje trasero, ya que obstrucciones pueden generar moho, y limpiarlo con un bastoncillo y vinagre.
Hábitos Preventivos
Adopta estas prácticas para evitar olores:
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Limpia derrames inmediatamente: Usa una bayeta con jabón neutro.
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Revisa alimentos semanalmente: Desecha productos dudosos.
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No sobrecargues la nevera: Permite la circulación de aire, como indica Haceb (2023).
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Mantén la higiene mensual: Lava estantes y cajones con soluciones desinfectantes.
Un informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) subraya que una nevera limpia reduce el riesgo de contaminación alimentaria en un 30%.
Si los olores persisten tras la limpieza, hay que revisar el sistema de drenaje o la bandeja de evaporación, donde puede acumularse moho. Con estas recomendaciones, respaldadas por estudios y fabricantes, cualquier hogar puede disfrutar de un refrigerador fresco y seguro.