El movimiento político ADN, liderado por el presidente y candidato a la reelección Daniel Noboa, reavivó una intensa disputa con el Municipio de Guayaquil y su alcalde, Aquiles Álvarez, por la calidad del agua potable que consume la ciudad. Por ello, este conflicto, que mezcla acusaciones técnicas y tensiones políticas, ha escalado rápidamente en el contexto de la campaña electoral.
Además, la controversia pone en el centro la salud de miles de guayaquileños, quienes buscan claridad sobre si el agua que beben es segura. Legisladores de ADN, entre ellos Ferdinan Álvarez, Andrés Guschmer, Paola Jaramillo, Lucía Jaramillo, Jorge Chamba y Juan José Reyes, denunciaron que el agua potable no cumple los estándares mínimos de seguridad, según un informe técnico de la Agencia de Regulación y Control del Agua (ARCA).
En consecuencia, afirmaron que los niveles de cloro residual y el pH están fuera de los rangos permitidos, lo que representa un riesgo para la población. “Estamos tomando un veneno invisible, un veneno silencioso”, alertaron los asambleístas, quienes enfatizaron la gravedad del problema.
Responden miembros de Revolución Ciudadana
Por su parte, Ferdinan Álvarez, exmiembro de la Revolución Ciudadana y ahora aliado de la candidata Luisa González, aseguró que el agua contiene bacterias capaces de disolver metales pesados, lo que podría enfermar a miles de personas. Sin embargo, descartó que las denuncias tengan motivaciones políticas ligadas a las elecciones.
ARCA, en un comunicado emitido el mismo lunes, respaldó las acusaciones y exigió al Municipio de Guayaquil y a la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapag) un plan de mejora inmediato. Dado que el plazo para presentarlo vence el martes 8 de abril, la presión sobre las autoridades locales crece. Los legisladores, algunos ya en funciones y otros próximos a asumir, anunciaron que retomarán la fiscalización del caso desde la Asamblea Nacional, con el objetivo de garantizar transparencia y soluciones efectivas.
Por otro lado, el alcalde Aquiles Álvarez respondió con contundencia en su cuenta de X, desacrediting a los legisladores y calificando las acusaciones de exageradas. En su característico estilo confrontativo, defendió la gestión municipal y rechazó cualquier señalamiento de negligencia.
Agua es segura y confiable diceInteragua
De manera similar, Interagua, la empresa encargada de distribuir el agua potable en Guayaquil, emitió un comunicado asegurando que el líquido cumple con todos los parámetros de calidad. “Los datos lo demuestran: segura, confiable y dentro de los estándares”, afirmó la compañía, contradiciendo directamente el informe de ARCA. Esta postura refleja una clara discrepancia técnica que complica la resolución del conflicto.
El enfrentamiento no es nuevo, ya que en diciembre de 2024 la entonces ministra del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Inés Manzano, denunció un presunto exceso de coliformes fecales en el río Daule, principal fuente de agua para Guayaquil.
Cabe destacar que Manzano había hecho una acusación similar en 2020, lo que sugiere problemas recurrentes o una narrativa política persistente. En este sentido, la reiteración de estas alertas alimenta la desconfianza ciudadana, mientras las autoridades intercambian señalamientos sin ofrecer soluciones concretas. La controversia evidencia una tensión entre la veracidad técnica y las agendas políticas.
ARCA plantea preocupaciones por calidad del agua
Por un lado, el informe de ARCA plantea preocupaciones legítimas sobre la calidad del agua, especialmente si los niveles de cloro y pH no garantizan la eliminación de bacterias o la estabilidad química del líquido. Por otro lado, las pruebas de Interagua contradicen estas afirmaciones, lo que exige un análisis independiente para esclarecer los hechos. Mientras tanto, la retórica alarmista de los legisladores y la postura defensiva del Municipio dificultan un diálogo constructivo.
En conclusión, este choque entre ADN y el Municipio de Guayaquil refleja no solo un problema técnico, sino también las fricciones de un año electoral. Aunque la salud pública está en juego, la falta de consenso y la polarización retrasan una solución definitiva. Por ahora, los guayaquileños esperan respuestas claras, mientras ARCA y la Asamblea Nacional toman un rol clave en la búsqueda de la verdad.