La mañana del jueves 29 de mayo de 2025, un sector rural de Jipijapa, Manabí, despertó con el rugir de un operativo policial. La Policía Nacional, tras semanas de labores de inteligencia, ejecutó la operación «Fénix 158″, un despliegue que culminó con la captura de Cristhian Jeanpierre S.T., alias “Chirikano”, de 25 años. Este sujeto, considerado un objetivo de intermedio valor, es presunto integrante del grupo armado Comandos de la Frontera, señalado por su vínculo con ocho eventos delictivos que dejaron 13 víctimas mortales en las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos.
El operativo, iniciado a las 11h30, se basó en la recolección de elementos de convicción que permitieron a las autoridades rastrear al sospechoso. Agentes allanaron un inmueble en una zona rural, donde Chirikano fue sorprendido. Durante la intervención, los uniformados incautaron dos teléfonos móviles, ahora bajo análisis para determinar su relación con los crímenes. La captura, según fuentes policiales, representa un avance en la lucha contra el crimen organizado en Manabí.
La Policía Nacional trasladó al detenido en un helicóptero a Orellana, donde enfrentará una audiencia de formulación de cargos. Las autoridades no han especificado los delitos exactos por los que será procesado, pero su historial incluye presuntos sicariatos y actividades ligadas al narcotráfico, según informes oficiales.
Varias unidades policiales participaron en la captura de integrante de Comandos de la Frontera
La operación «Fénix 158″ reunió a múltiples unidades especializadas: la Dirección Nacional de Policía Especializada en la Búsqueda de Personas, DINASED, el Grupo de Operaciones Especiales (GOE), el Grupo de Intervención y Rescate (GIR), el Departamento de Análisis de la Información y la Dirección Nacional de Inteligencia, con su Grupo de Ciberinteligencia. Esta coordinación, apoyada por el ECU-911, permitió una intervención precisa, minimizando riesgos en una zona donde los grupos armados operan con sigilo.
Los agentes, guiados por datos de inteligencia, mapearon los movimientos de Chirikano, cuya influencia en Comandos de la Frontera lo convirtió en un blanco prioritario. Según el Ministerio del Interior, este es un grupo paramilitar colombiano que opera en la frontera, específicamente en las regiones fronterizas de los departamentos de Amazonas, Caquetá, Putumayo y Nariño, así como en las provincias de Carchi y Sucumbíos en nuestro país. Son conocidos por sus actividades criminales y su conexión con otras organizaciones armadas. Actualmente está aliado con bandas como Los Lobos para controlar el narcotráfico y la minería ilegal en la frontera con Colombia. La detención, destacada por el ministro John Reimberg, refuerza el compromiso del gobierno contra estas organizaciones.
Manabí bajo presión y estrategías de seguridad
Manabí enfrenta una escalada de violencia, con más de 480 homicidios hasta el último día del mes de mayo, según la Policía Nacional. Jipijapa, con 17 muertes violentas este año, tiene un incremento de la actividad criminal que el año pasado en este mismo periodo contabilizaba 13 homicidios intencionales. Los Comandos de la Frontera, vinculados a ocho sicariatos en la Amazonía, representan una amenaza transnacional, operando desde Orellana y Sucumbíos. La emboscada del 9 de mayo de 2025 en Alto Punino, donde murieron 11 militares, subraya su peligrosidad.
En Jipijapa, la captura de Chirikano trae alivio, pero en la ciudad piden más patrullajes. La Policía Nacional, con las evidencias en mano, busca desmantelar las redes de Comandos de la Frontera. Mientras Cristhian Jeanpierre S.T., espera juicio, Manabí respira, pero la lucha contra el crimen no cesa. (22)