Montecristi enfrenta una severa crisis hídrica que afecta a 80 mil habitantes sin acceso a agua potable. El cantón depende exclusivamente del acueducto La Esperanza, que sufrió dos daños en un mes. El primero ocurrió el 13 de marzo en Junín, y el segundo, durante pruebas de recuperación, en Tosagua. Estas fallas paralizaron el bombeo de agua cruda. La situación agudiza la escasez en barrios urbanos y rurales.
Diego Cedeño, residente del barrio Monterrey, relató que lleva un mes y medio sin servicio. Compra agua a tanqueros, gastando $40 por viaje, lo que suma $60 mensuales. Esta realidad golpea a miles de familias en Montecristi. La falta de agua obliga a gastos imprevistos, afectando la economía doméstica. Los tanqueros se han convertido en la única alternativa viable.
El acueducto La Esperanza presenta problemas estructurales críticos. Según un informe de la Refinería del Pacífico, en liquidación, existen 10 puntos vulnerables propensos a roturas o desacoples. Estos fallos no solo afectan a Montecristi, sino también a Manta y Jaramijó. En conjunto, más de 500 mil personas dependen del agua cruda del acueducto. Las autoridades locales buscan soluciones urgentes para evitar colapsos.
Reacciones por daños en el acueducto
El alcalde de Montecristi, Jonathan Toro, anunció que los trabajos para reparar el último daño concluyen este martes. Sin embargo, expresó preocupación por la fragilidad del sistema. Toro pidió al gobierno central actuar para prevenir nuevas roturas. El municipio ofrece maquinaria y recursos para mitigar la crisis.
Ante la crisis, Montecristi impulsa un proyecto para construir una planta de captación de agua cruda en Rocafuerte. La obra requiere una inversión de $31 millones. La Corporación Andina de Fomento (CAF) financiaría $28 millones, mientras el municipio aportaría $3 millones. Sin embargo, una deuda con el Banco de Desarrollo del Ecuador retrasa el aval soberano. Las autoridades trabajan para saldar este compromiso pronto.
El proyecto planea transportar 30 mil metros cúbicos de agua desde la comunidad Dos Bocas hasta la Planta Centinela. En este punto, se construirán módulos de potabilización para abastecer zonas urbanas y rurales. La iniciativa busca reducir la dependencia del acueducto La Esperanza. Una vez operativa, mejorará el acceso al agua potable. La ejecución depende de la aprobación del crédito.
Otros daños en el Acueducto La Esperanza
Históricamente, el acueducto La Esperanza ha presentado fallos recurrentes. En 2023, una rotura en Portoviejo dejó sin agua a Montecristi durante 10 días. En 2022, un desacople en Jaramijó afectó a 50 mil habitantes por una semana.
La crisis actual también impacta la salud y la economía local. Sin agua potable, aumentan los riesgos de enfermedades gastrointestinales, según el Ministerio de Salud Pública. Comercios y agricultores reportan pérdidas por la escasez. En Montecristi, las autoridades locales distribuyen agua en camiones cisterna, pero la cobertura es insuficiente. La población demanda respuestas rápidas y efectivas.
El gobierno central, a través del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica , evalúa el estado del acueducto. Un informe técnico preliminar confirma los 10 puntos críticos mencionados. Esta situación afecta Montecristi, Manta y Jaramijó que deben garantizar agua para medio millón de personas.
La situación en Montecristi es crítica mientras el proyecto de la planta de captación de agua cruda en Rocafuerte no se concrete. Los habitantes exigen acciones inmediatas para evitar más cortes.