Las lluvias recientes la tienen preocupada a Majuri Catagua. Ella teme que ocurra un deslizamiento de tierra en Las Guaijas de Santa Ana, en Manabí.
A sus 40 años, el sonido de los aguaceros le trae ecos de un temor antiguo. “La tierra brama, como si tuviera hambre y la barriga le rugiera. Se escucha un zumbido, como si taladraran dentro de las colinas”, describe la situación con voz temblorosa.
Esto no es solo una sensación. Majuri recuerda la noche del 10 de abril de 1998, cuando, con apenas 13 años, un cerro se deshizo bajo la lluvia y sepultó viviendas en cuestión de segundos. Han pasado 27 años, pero el miedo sigue vivo.
En Las Guaijas de Santa Ana hay mucho temor
Artemidoro Macías, de 70 años, que también habita en Las Guaijas, confiesa que este invierno le ha robado la paz. “Ya viví mucho, pero no estoy tranquilo”, dice. Cada gota que cae lo mantiene despierto, temiendo que la montaña se desplome.
“Es como si alguien cavara dentro de las lomas. Vinieron unos señores con chalecos naranja, trajeron aparatos que vuelan y tomaron fotos. Nos dijeron que estemos alerta, nada más”, dijo Artemidoro con resignación. En sus ojos se adivina una mezcla de cansancio y esperanza.
Informe de Riesgos tras las lluvias
Un informe técnico de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos señala que más de 20 familias de Las Guaijas viven en una zona de alto riesgo, propensa a deslizamientos. La recomendación es que deben abandonar el área.
Mientras tanto Gregorio Macías, alcalde de Santa Ana, reconoce la gravedad, y matiza que “con la naturaleza no se sabe”. Su propuesta es reubicar a estas familias en un plan habitacional en la parroquia Lodana, donde ya se construyen más de 100 casas con una inversión superior a los 600 mil dólares, en alianza con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi).
“Ya pusimos servicios básicos; ahora falta que levanten las viviendas”, explicó Macías. El alcalde manifiesta que quienes se muden deben comprometerse a no regresar.
“Si salen, es porque están en peligro. No es para que vuelvan después, se las den a sus hijos o las alquilen. El terreno lo conservan para sembrar, pero no para vivir”, subraya, aludiendo a casos pasados donde la advertencia fue ignorada.
Para Majuri y Artemidoro, la idea de dejar Las Guaijas no es sencilla, pero están dispuestos a hacerlo, siempre que las promesas se cumplan. “Si nos dan lo que dicen, nos vamos. No queremos quedarnos esperando a que la tierra nos trague”, coinciden ambos ciudadanos.
Alerta por el invierno
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) emitió una alerta por lluvias intensas, tormentas y ráfagas de viento en gran parte del país, con especial énfasis en la región Litoral.
Según el INAMHI, los días de mayor intensidad serán hasta el 7 de abril, lo que podría agravar la situación en provincias como Manabí, Guayas y otras.