El número de menores desaparecidos se disparó en Ecuador, tras la declaración de guerra contra las narcobandas y la militarización en Ecuador. Se registraron 171 menores de edad desaparecidos en 2023. Un año después, la cifra se elevó a 322, prácticamente se duplicó.
En 2025, hasta el 18 de marzo, cada día desaparecieron, en promedio, tres menores de edad, según el Ministerio del Interior. Así, el número de menores de edad desaparecidos desde 2017 hasta la fecha es de 868. La Policía establece un promedio de un incremento del 88% en casos de niños desaparecidos en ocho años.
Investigadores y familiares consultados consideran las desapariciones tienen varios motivos: el reclutamiento de pandillas, la explotación sexual; el aumento de la criminalidad en el país, y los excesos de los militares, en sus actuaciones dentro de los recurrentes estados de excepción, como, por ejemplo, ocurrió con el caso de los cuatro niños de Las Malvinas en Guayaquil.
Eso lo establece un informe de Connectas, plataforma periodística para las Américas. El Ministerio del Interior confirma que un motivo de estas desapariciones son los grupos delictivos organizados, pandillas, mafias o carteles.
Organizaciones reclutan a los menores
El interés del crimen organizado en los menores de edad es porque son inimputables “y porque ciertamente se les ha dejado fuera de la protección del Estado”, apunta la experta en seguridad Lorena Piedra.
Entre 2023 y 2024 casi se triplicó el número de menores de edad que formaban parte de grupos delictivos en Durán. Y ya no eran chicos de la zona, sino que venían de otros lugares del país para ser entrenados en casas que funcionaban como centros de adiestramiento y para “trabajar” para los criminales. Así lo explica Roberto Santamaría, jefe policial que desmanteló centros de entrenamiento de sicarios en Guayas.
Para Billy Navarrate, Director del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, el tema tiene que ver con los excesos de las Fuerzas Armadas. “Los padres de otros cinco adolescentes reportan que perdieron a sus hijos en circunstancias similares en este último año: los uniformados se los llevaron a la fuerza, a veces de su casa, a punta de golpes, sin orden judicial ni el cumplimiento de protocolos específicos exigidos por su edad”.
Navarrete agrega: “Luego, no los encontraron arrestados en ningún lugar, simplemente desaparecieron”. Un caso ocurrió en diciembre de 2024 en Manabí, cuando detuvieron a un policía activo por trata de personas. El Ministerio Público lo acusó de trabajar para una organización delictiva que amenazaba, extorsionaba y engañaba a menores de edad en situación de vulnerabilidad para reclutarlos.
Niñas mujeres son las mayores víctimas
Las mujeres son las más afectadas: el 71% de los menores de edad que continúan desaparecidos desde 2021 son de sexo femenino. Como Adriana, que tenía 13 años cuando la vieron por última vez en el malecón de El Esfuerzo, en Santo Domingo de los Tsáchilas, el 2 de marzo de este año. Su familia creyó que se había ahogado y, con ayuda de bomberos y voluntarios, la buscaron durante días en el río Baba, sin éxito.
Hoy piensan que Adriana fue secuestrada: “Supimos por testigos que cuando nosotros empezamos la búsqueda hubo dos carros que entraron al malecón y después se fueron. Ya le dijimos a la Policía y hasta le entregamos el teléfono de la niña. Pero el investigador dejó de contestar los mensajes. Ellos solo llegaron, miraron las cámaras y nada más”, se lamenta su tía. La hermana de Adriana cuenta que la familia continúa la búsqueda. Incluso dice que han encontrado sospechosos. “Nos mandan información por TikTok que una persona la tiene. Pero les mandamos esas evidencias a los policías y no hacen nada”.
Desde el 2020, en Ecuador está vigente la Ley de Actuación en Casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas. Contempla, además de la atención prioritaria para niños, niñas y adolescentes, la creación de un registro único y público, pero para las familias de desaparecidos, esto no se cumple.
De hecho, la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador ha denunciado inconsistencias en las estadísticas sobre personas desaparecidas, emitidas por las instituciones estatales de Ecuador. Actualmente, el sitio Desaparecidos Ecuador, del Ministerio del Interior, reporta las fotografías de los desaparecidos, pero las estadísticas solo aparecen hasta 2023.
Muchas veces, la magnitud de reportes de desaparecidos desborda a las autoridades: al año, reciben 5.500 reportes, en promedio. La mayoría de estos aparecen, pero, con el agravamiento del conflicto interno, se ha venido reduciendo la proporción de encontrados.
“Avanza el crimen y retrocede el Estado”
Para Jorge Paladines, investigador ecuatoriano experto en criminología y Derechos Humanos, esta tragedia tiene múltiples victimarios y motivaciones, pero existe una causa originaria: el abandono del Estado. “No hay que verlo solamente como la avanzada del crimen organizado, sino como la retirada del Estado. Este va en los operativos, en las redadas, y luego se retira. Es decir, el Estado no está para proveer educación ni salud, sino el servicio público de la cárcel, nada más”.
Explica que, en ese abandono, el crimen toma el control de los territorios y empieza a proveer a las comunidades de los servicios necesarios, entre ellos, el trabajo. Y allí, dice, surge el reclutamiento. Esto ocurre muchas veces de manera “voluntaria”, porque es la única oportunidad que se le presenta a los chicos, pero también se da de forma coercitiva, bajo amenazas, y es cuando no vuelven a casa y sus padres los reportan como desaparecidos. El reclutamiento también tiene otra cara y cada vez empieza más temprano: “Puede dar lugar a desaparición forzada. Es decir, niñas, niños, adolescentes son tomados por el Estado, son detenidos y no aparecen”, afirma Paladines.
Por: Allen Panchana