Portoviejo ya está configurado urbanamente con la terminal terrestre en su actual ubicación. Moverla implicaría alterar el equilibrio comercial y social de una zona que ha crecido en torno a esta infraestructura clave para la movilidad urbana y regional. La propuesta lógica es mantenerla donde está y potenciar su funcionamiento.
El sector de Andrés de Vera se ha desarrollado con base en la dinámica que genera la terminal terrestre. Su posible traslado afectaría la economía local y podría generar un impacto similar al que sufrió el centro de la ciudad luego del terremoto de 2016, cuando no se priorizó su recuperación y hoy, nueve años después, aún no se recupera del todo.
La cercanía entre la terminal y el casco comercial ha favorecido una movilidad eficiente para miles de personas que transitan diariamente por Portoviejo. Retirarla del sitio actual fragmentaría esa conectividad y restaría vitalidad tanto a Andrés de Vera como al centro.
Antes que pensar en cambiarla de lugar, lo que corresponde es consolidar su operación. Hace falta mejorar los accesos viales, fortalecer la seguridad y optimizar los espacios internos, pues gran parte de la estructura permanece subutilizada.