El nuevo Pontífice, elegido por los 133 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina, se vestirá por primera vez con la sotana blanca y otros ornamentos papales inmediatamente después de aceptar su elección, cumpliendo así con un rito milenario que marca el inicio de su ministerio como Obispo de Roma y líder de la Iglesia Católica.
Vestimenta papal: una tradición que se respeta
Tras la elección, el nuevo Pontífice se traslada a la llamada “habitación de las lágrimas”, ubicada dentro de la Capilla Sixtina. Allí se le ofrece una selección de tres sotanas blancas de diferentes tallas. Esta vestimenta representa la pureza, unidad y humildad con las que debe ejercer su cargo.
Además de la sotana, el nuevo Papa también recibe el solideo blanco —una pequeña gorra litúrgica— y la estola papal, bordada con símbolos cristianos, que será colocada en sus hombros antes de su primera aparición pública.
Los elementos están dispuestos con antelación para asegurar que el Pontífice pueda vestirse sin demora antes de ser presentado al mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, momento en el que el cardenal protodiácono pronuncia el tradicional “Habemus Papam”.
significado de cada prenda
La sotana blanca, adoptada oficialmente desde el pontificado de Pío V en el siglo XVI, distingue al Papa del resto del clero, que utiliza colores distintos. El solideo representa la consagración al servicio de Dios y se retira durante la liturgia eucarística como señal de respeto.
La estola, por su parte, simboliza la autoridad sacerdotal y el compromiso con el anuncio del Evangelio. Al ser colocada en el nuevo Papa, se establece su función como maestro y guía espiritual.
Otro elemento importante es el anillo del Pescador, también conocido como “Anulus Piscatoris”, que lleva grabada la imagen de San Pedro pescando. Este anillo se utiliza para sellar documentos oficiales y se destruye al final del pontificado como parte del protocolo de cierre.
Detalles finales del Cónclave y presentación pública del nuevo Papa
Una vez vestido, el nuevo Pontífice permanece unos minutos en oración antes de salir al balcón. En su primera aparición, imparte la Bendición Apostólica Urbi et Orbi, dirigida a la ciudad de Roma y al mundo entero.
También se le colocan los zapatos papales, tradicionalmente rojos aunque desde Benedicto XVI algunos Papas han optado por modelos negros. Todo el conjunto refleja la continuidad de la tradición eclesiástica y la transición hacia un nuevo liderazgo en la Iglesia.
El conjunto completo de vestimenta se prepara con anticipación por la Sastrería Gammarelli, casa romana encargada históricamente del vestuario papal desde el siglo XVIII.
Tradición y modernidad en la indumentaria del sumo pontífice
Aunque los elementos básicos del atuendo papal se mantienen, algunos aspectos se han adaptado por los últimos Pontífices. Por ejemplo, el Papa Francisco optó por un anillo de plata dorada en lugar del tradicional oro macizo, marcando así un estilo más austero.
Estos detalles pueden variar, pero la estructura de la vestimenta permanece como uno de los símbolos más visibles de la identidad del Papa como sucesor de San Pedro, líder espiritual de más de 1.300 millones de católicos en todo el mundo.