Expertos de Artefacta Óptica en Ecuador instan a padres a realizar exámenes visuales a sus hijos antes del año escolar, ya que 450 millones de niños mundialmente tienen afecciones visuales que afectan su aprendizaje.
El regreso a clases es el momento perfecto para priorizar la salud visual de los estudiantes. Según la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB), 450 millones de niños en el mundo padecen problemas visuales que requieren tratamiento, y 90 millones viven con pérdida de visión. Estas afecciones, si no se tratan, pueden impactar negativamente el rendimiento académico y el bienestar general.
Kléber Farías, especialista de Artefacta Óptica, enfatiza la importancia de un examen visual anual. “La mayoría de la información en clases es visual, ya sea en pizarrones o pantallas. Una buena visión es esencial para la concentración y la comprensión”, explica. Problemas como miopía, hipermetropía o astigmatismo pueden pasar desapercibidos y causar dificultades en el aula.
Síntomas silenciosos
Los niños rara vez expresan problemas visuales. “Dolores de cabeza, fatiga ocular o falta de atención pueden ser señales de dificultades visuales no diagnosticadas”, señala Farías. Un chequeo a tiempo puede detectar estas afecciones y recomendar soluciones, como lentes correctivos, que mejoren el desempeño escolar. En 2023, un estudio de la IAPB reveló que los niños con visión corregida mejoraron su rendimiento en un 20% en promedio.
La exposición prolongada a pantallas y largas jornadas de lectura aumenta el riesgo de problemas visuales. En Ecuador, donde el año escolar inicia en mayo en la región Costa, los padres tienen abril para preparar a sus hijos.
Cuándo y dónde actuar ante problemas visuales
Farías recomienda realizar un examen visual al menos una vez al año, idealmente antes del inicio escolar. “Acudir a centros ópticos certificados con equipos modernos garantiza una evaluación precisa”, afirma. Las ópticas profesionales ofrecen chequeos integrales y asesoría personalizada. Los exámenes detectan desde defectos refractivos hasta condiciones más serias, asegurando el bienestar visual de los estudiantes.
Consejos para cuidar la salud visual
Además de los chequeos visuales, Farías comparte prácticas para proteger la salud ocular:
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Regla 20-20-20: Cada 20 minutos, mirar a 20 pies por 20 segundos para descansar la vista.
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Iluminación adecuada: Usar luz suficiente en el área de estudio para evitar forzar los ojos.
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Límite de pantallas: Reducir el tiempo en dispositivos y promover actividades al aire libre.
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Dieta saludable: Incluir alimentos ricos en vitaminas A y C, como zanahorias y naranjas, para fortalecer la visión.
Un futuro sin límites
La visión no solo afecta las notas, sino la calidad de vida. “Un examen puede marcar la diferencia en la confianza y el éxito de un niño”, dice Farías. Con el regreso a clases acercándose, priorizar la salud visual es una inversión en el futuro académico.