El Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica, falleció la mañana de este lunes a los 88 años. Esto tras complicaciones derivadas de una bronquitis y neumonía bilateral. Su muerte, ocurrida luego de su internación el 14 de febrero, ha conmocionado al mundo católico. En medio del duelo, una historia de amor juvenil con Amalia Damonte, revelada en 2013, resurge para mostrar el lado humano de Jorge Mario Bergoglio. Él prometió hacerse sacerdote tras un romance no correspondido en su adolescencia.
Tras su muerte, una historia personal compartida por Amalia Damonte, una vecina de su infancia en el barrio de Flores, Buenos Aires, ha captado la atención mundial. A los 12 años, Bergoglio vivió un romance adolescente con Amalia, a quien prometió: “Si no puedo casarme contigo, me haré sacerdote”. En 2013, Damonte relató a la prensa argentina este episodio con humor, diciendo: “Por suerte para él, le dije que no”. La relación, marcada por cartas secretas y la desaprobación de los padres de ella, no prosperó. Aquello influyó en la decisión de Bergoglio de seguir la vida religiosa.
El Papa Francisco fue sinómimo de unión
Amalia, quien vivía a pocas puertas de la casa de Bergoglio, explicó que la oposición familiar limitó su comunicación, aunque el vínculo nunca se rompió por completo. Esta anécdota, revelada tras la elección de Francisco como Papa, humanizó a un líder conocido por su cercanía con los fieles. La promesa juvenil, aunque narrada con un tono ligero, reflejó un momento clave en la formación de su vocación sacerdotal. Esto lo llevó a convertirse en una de las figuras más influyentes del catolicismo.
El pontificado de Francisco estuvo definido por gestos de simplicidad, como rechazar los lujos del Vaticano y adoptar el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís. Su encíclica Laudato Si’ (2015) promovió el cuidado del medio ambiente, mientras que Amoris Laetitia (2016) abrió debates sobre la familia y la inclusión. También abordó la crisis de abusos sexuales, implementando medidas para proteger a las víctimas. Pese a aquello las críticas por la lentitud de las reformas persistieron.
En el ámbito global, Francisco se destacó por su defensa de los migrantes, su crítica al consumismo y su promoción del diálogo interreligioso. Su histórica visita a Irak en 2021 y sus encuentros con líderes de otras religiones reforzaron su papel como mediador. En América Latina, su origen argentino lo convirtió en un símbolo de esperanza, aunque nunca regresó a su país como Papa, una decisión que generó controversia.
Los funerales atraerán a millones de fieles y líderes mundiales
La muerte de Francisco deja a la Iglesia Católica en un momento de transición. El cónclave para elegir a su sucesor se espera en las próximas semanas, mientras el Vaticano prepara los funerales, que atraerán a millones de fieles y líderes mundiales. En Roma, la Plaza de San Pedro se llenó de peregrinos tras la noticia, y las campanas de las iglesias resonaron en señal de duelo.
El legado de Francisco incluye su énfasis en la misericordia, la humildad y el compromiso con los marginados. Su historia personal, desde un romance adolescente en Buenos Aires hasta su liderazgo en el Vaticano, resalta su conexión con lo humano. La revelación de su vínculo con Amalia Damonte, aunque anecdótica, subraya cómo las experiencias personales moldearon a un Papa. Él siempre buscó acercar la Iglesia a las necesidades del mundo.
La Iglesia enfrenta ahora el desafío de continuar su visión en un contexto de divisiones y crisis globales. Mientras los católicos despiden a Francisco, su mensaje de empatía y servicio permanece como un faro para millones. El impacto de su pontificado, junto con la historia de una promesa juvenil cumplida, seguirá resonando en la memoria colectiva.
El papa Francisco dejó un legado marcado por su humildad
El pontífice, ingresado por problemas respiratorios, fue diagnosticado con una infección poli microbiológica que derivó en bronquitis y neumonía bilateral. A pesar de los esfuerzos médicos, su estado se agravó, y su fallecimiento fue confirmado esta madrugada (hora de Ecuador). Francisco, el primer Papa latinoamericano, asumió el liderazgo de la Iglesia Católica el 13 de marzo de 2013. Lo hizo tras la renuncia de Benedicto XVI, y dejó un legado marcado por su humildad y esfuerzos por reformar la institución.
Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, Bergoglio se convirtió en el 266º Papa a los 76 años. Durante su pontificado, enfrentó retos como la crisis de abusos sexuales en la Iglesia, la escasez de sacerdotes y la competencia de iglesias evangélicas en el hemisferio sur. Su enfoque en la justicia social, el medio ambiente y la inclusión lo consolidó como una figura global, aunque sus reformas generaron resistencias internas.