El Vaticano confirmó que el papa Francisco, quien acaba de salir del hospital tras cinco semanas, dará la tradicional bendición “urbi et orbi” (“A la ciudad de Roma y al mundo entero”) el Domingo de Pascua, el próximo 20 de abril.
Esta es una celebración que solo el líder de la Iglesia católica puede presidir, sin la opción de que sea delegada en otro religioso.
Además, la Santa Sede informó que otros compromisos de su agenda -especialmente los de la Semana Santa- se decidirán en función de su evolución, por lo que aún se desconoce en qué otras oportunidades se lo podrá ver en público.
Por ejemplo, está previsto que misas y ceremonias como el acto del Domingo de Ramos, el Vía Crusis en el Coliseo y la canonización del beato italiano Carlo Acutis, el 27 de abril, se desarrollen con normalidad, aunque con la posible ausencia de Francisco.
De ser así, los eventos podrían quedar -en su mayoría- en manos de otros prelados, generalmente cardenales, con apariciones puntuales del líder de la Iglesia católica.
La salud del papa Francisco
El pasado 23 de marzo, Francisco fue dado de alta tras una internación de cinco semanas en el hospital Gemelli de Roma, en el que fue ingresado por un cuadro de neumonía bilateral.
Durante ese tiempo, el mundo estuvo en vilo por la salud del religioso argentino, quien tiene 88 años.
De hecho, hubo un momento “en el que se tuvo que decidir entre parar y dejarlo ir, o probar con todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo un riesgo muy alto de dañar órganos. Francisco sabía que podría morir”, dijo el doctor Sergio Alfieri luego de que recibiera el alta.