Investigadores identificaron tres compuestos presentes en el olor corporal femenino que aumentan durante la ovulación. Estos aromas hicieron que hombres consideraran más atractivos y femeninos los rostros asociados a esas muestras.
El equipo diseñó un experimento donde añadieron estos compuestos a muestras de olor axilar. Luego, los hombres evaluaron esas muestras y miraron fotos relacionadas. Los participantes describieron las muestras como menos desagradables. También calificaron los rostros femeninos vinculados como más atractivos y femeninos, según los resultados obtenidos.
Un efecto que también reduce el estrés
Los investigadores observaron otro hallazgo interesante. Los hombres que olieron estas muestras mostraron menor nivel de estrés en comparación con el grupo de control del estudio.
Analizaron la saliva de los participantes y detectaron menor cantidad de amilasa, un biomarcador relacionado con el estrés. Esto confirmó el efecto relajante del aroma.
Kazushige Touhara, profesor líder del estudio, explicó que esto no demuestra la existencia de feromonas humanas. Sin embargo, reconoce que estos compuestos generan un efecto similar.
Recolectar las muestras resultó un reto
El proceso para reunir las muestras requirió coordinar a más de 20 mujeres durante fases clave de su ciclo menstrual. Las entrevistaron sobre temperatura corporal y otros indicadores.
El equipo también cuidó que las pruebas se realizaran a ciegas. Así evitaron que las expectativas de los hombres influyeran en la percepción de los aromas.
Lo que revela este descubrimiento
Otros estudios ya habían mostrado que los hombres perciben los olores femeninos como más agradables durante la ovulación. Sin embargo, nadie había identificado los compuestos concretos responsables.
El equipo japonés utilizó cromatografía de gases y espectrometría de masas. Con estas técnicas lograron identificar los compuestos volátiles que fluctúan según las fases del ciclo menstrual.
Este hallazgo muestra que el olor femenino podría formar parte de la comunicación no verbal entre hombres y mujeres, influyendo en la atracción y el comportamiento.
¿Feromonas o solo compuestos similares?
Los investigadores prefieren hablar de compuestos parecidos a feromonas. La definición clásica exige que sean sustancias químicas específicas de la especie con efectos claros y medibles.
Touhara explicó que todavía no pueden asegurar que estos compuestos cumplan todos esos requisitos. Sin embargo, reconoce que provocan cambios reales en el comportamiento. El equipo quiere ampliar el estudio para incluir a más personas. Así descartan si algún rasgo genético pudo influir en los resultados obtenidos hasta ahora.
El siguiente paso en la investigación
Planean analizar cómo estos aromas activan áreas cerebrales relacionadas con emociones y percepción. También quieren hacer estudios químicos más profundos de los compuestos encontrados.
Este trabajo ofrece nuevas pistas sobre cómo el cuerpo humano emite señales invisibles. El olor femenino podría ser una de esas señales con más impacto del que pensamos.
Un olor que conecta biología y emociones
Aunque el equipo no confirma que existan feromonas humanas, su investigación muestra algo fascinante. El olor femenino durante la ovulación puede cambiar sutilmente la percepción masculina.
Este descubrimiento refuerza la idea de que la biología y los sentidos siguen influyendo en nuestras emociones y relaciones, incluso cuando no lo notamos conscientemente.