El 28 de marzo, un terremoto de magnitud 7,7 sacudió Birmania, afectando también a China y Tailandia. Las autoridades birmanas informan que el saldo de víctimas asciende a 3.471 muertos, con más de 4.600 heridos. La crisis humanitaria se ve agravada por el contexto político y social del país.
El seísmo también afectó regiones vecinas de China y Tailandia, generando un gran caos en la región. Según las últimas cifras oficiales proporcionadas por la junta militar birmana, 3.471 personas han muerto y 4.671 han resultado heridas. Las autoridades también informan de 214 desaparecidos. La información ha sido confirmada por la agencia oficial de noticias china Xinhua y otros medios estatales birmanos.
Autoridades de Birmania siguen con los rescates tras terremoto
Los equipos de rescate, tanto locales como internacionales, han trabajado intensamente en las últimas horas. Se han logrado salvar a 653 personas atrapadas bajo los escombros, y han recuperado los cuerpos de 682 víctimas mortales. Los esfuerzos continúan a pesar de las dificultades logísticas y los daños a la infraestructura, que complican el acceso a las zonas más afectadas.
Desinformación y versiones contrastadas
Mientras las autoridades oficiales birmana mantienen el recuento de 3.471 muertos, otros medios independientes como la emisora Democratic Voice of Burma han reportado cifras superiores. Según su versión, 4.173 personas han perdido la vida, y 6.168 resultaron heridas. Sin embargo, estas cifras no han sido confirmadas por las autoridades gubernamentales y están sujetas a verificación.
El desastre natural se produce en un contexto crítico para Birmania, que enfrenta una grave crisis política tras el golpe de Estado de febrero de 2021, ejecutado por el Ejército. La represión militar y el conflicto armado interno han dejado al país sumido en una guerra civil, dificultando las labores de ayuda humanitaria. La situación se ha visto intensificada por el terremoto, cuyas consecuencias podrían exacerbar aún más las tensiones internas.
El terremoto no solo ha afectado a Birmania, sino que también ha tenido consecuencias en países vecinos como China y Tailandia, que reportaron daños menores. Sin embargo, la atención internacional se centra principalmente en Birmania debido a la magnitud del desastre y las complicaciones adicionales derivadas del conflicto interno.