Jorge Mario Bergoglio, conocido como Papa Francisco, falleció el 21 de abril de 2025 a los 88 años en la Ciudad del Vaticano por un ictus cerebral y colapso cardiovascular, tras 12 años como líder de la Iglesia Católica. El mundo llora al primer pontífice latinoamericano, recordado por su humildad, defensa de los marginados y reformas en el Vaticano.
Un pontífice que rompió moldes
Francisco, elegido el 13 de marzo de 2013, fue el primer papa jesuita, latinoamericano y no europeo desde el siglo VIII. Nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, su vida estuvo marcada por la sencillez. Rechazó lujos vaticanos, residiendo en la Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico, y usó vestimenta austera, como un anillo de plata y zapatos simples. Su frase “me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres” definió su pontificado, enfocado en los migrantes, los desfavorecidos y la justicia social.
Líderes mundiales destacaron su impacto. El primer ministro indio, Narendra Modi, lo llamó “un ejemplo de compasión, humildad y valentía espiritual”. En Argentina, el gobierno de Javier Milei decretó siete días de duelo nacional, mientras el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, resaltó su coherencia y cercanía a los que sufren.
Reformas y diálogo interreligioso
Francisco impulsó cambios estructurales en la Curia, creando la Secretaría de Economía en 2014 para transparentar las finanzas vaticanas tras escándalos. Su encíclica Laudato Sí (2015) marcó un hito al priorizar la crisis climática, vinculando el cuidado del planeta con la lucha contra la pobreza.
Papa Francisco: un legado humano y polémico
Francisco abrió debates sobre temas tabú, como la inclusión de personas LGBTQ+ y los divorciados, generando resistencia entre sectores conservadores. Su frase “¿quién soy yo para juzgar?” (2013) marcó un tono conciliador hacia la comunidad LGBTQ+, aunque mantuvo que las uniones homosexuales no son matrimonios.
Reacciones globales y despedida al Papa Francisco
Tras su muerte, el cardenal Kevin Farrell, camarlengo papal, anunció el fallecimiento y organiza la transición. El cuerpo de Francisco, por su deseo, descansará en la Basílica de Santa María la Mayor, no en San Pedro, rompiendo una tradición centenaria. Fieles en la Plaza de San Pedro y en Buenos Aires rindieron homenaje, mientras redes sociales reflejaron gratitud y dolor.