Las acciones estadounidenses cerraron al alza este viernes tras una semana volátil marcada por la escalada arancelaria entre EE.UU. y China, que generó fuertes oscilaciones en los mercados financieros.
China anunció un aumento de aranceles del 125% a productos estadounidenses, en respuesta a medidas previas del gobierno de Donald Trump, lo que provocó incertidumbre global. Sin embargo, Wall Street logró revertir las pérdidas iniciales y cerró con fuertes ganancias en sus principales índices.
Wall Street recupera terreno
La semana en Wall Street comenzó con fuertes caídas y terminó con sólidas subidas. El índice S&P 500 subió 95,31 puntos, un 1,81%, El S&P 500 es un índice que representa las 500 mayores empresas cotizadas de EE.UU., como Apple, Microsoft y Amazon. Su comportamiento ofrece una visión amplia de la salud económica del país.
El Nasdaq se elevó un 2,06%, sumando 337,14 puntos. El índice compuesto Nasdaq (Nasdaq Composite Index) es un índice bursátil que incluye casi todas las empresas cotizadas en la bolsa de valores Nasdaq, más de 3.000, abarcando diversos sectores, pero con un fuerte énfasis en tecnología y empresas de crecimiento, como Apple, Microsoft, Amazon y Tesla.
La incertidumbre continúa
Dow Jones ganó 619 puntos, un 1,56%. El Dow Jones Industrial Average, que incluye 30 grandes empresas, es un termómetro clásico de la economía estadounidense. A diferencia de los otros índices, se calcula con base en el precio de las acciones, no su capitalización de mercado. Aquí están Apple, Goldman Sachs y Coca-Cola.
La volatilidad fue notable. Durante la jornada del viernes, el Dow Jones pasó de perder casi 340 puntos a ganar más de 600, reflejando el nerviosismo y la rápida respuesta de los inversionistas a los cambios en el entorno global.
El mercado de bonos emite señales de tensión
Más allá de las acciones, el mercado de bonos del Tesoro estadounidense mostró tensiones preocupantes. El rendimiento del bono a 10 años —uno de los indicadores más seguidos— alcanzó un 4,58%, un salto significativo frente al 4,01% registrado hace apenas una semana.
Este tipo de movimientos, inusuales en el mercado de renta fija, suelen reflejar preocupaciones macroeconómicas. Susan Collins, presidenta del Banco de la Reserva Federal de Boston, advirtió que la Reserva Federal «dispone de herramientas para hacer frente a las preocupaciones sobre el funcionamiento o la liquidez del mercado» y que estaría «absolutamente preparada» si se desordenan.
El alza en los rendimientos puede traducirse en un encarecimiento de préstamos hipotecarios, corporativos y estudiantiles, lo que impactaría directamente sobre la actividad económica.
La búsqueda de refugios financieros
El valor del dólar cayó frente a diversas monedas internacionales, incluidos el euro, el yen japonés y el dólar canadiense, lo que refuerza la percepción de riesgo.
En paralelo, el oro subió, consolidando su papel como refugio financiero tradicional en momentos de incertidumbre. El comportamiento de estos activos evidencia la preocupación de los inversionistas por una posible prolongación del conflicto comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Además, analistas advierten que fondos de cobertura e inversionistas institucionales podrían estar vendiendo bonos estadounidenses para cubrir pérdidas en otros activos o ante temores sobre la seguridad de EE.UU. como destino de inversiones.
Señales mixtas en mercados internacionales
Mientras Wall Street cerró en positivo, los mercados internacionales ofrecieron señales dispares. En Europa, el índice DAX de Alemania cayó un 0,9%, mientras que el FTSE 100 de Londres subió un 0,6%. Esta última alza se debió al anuncio del gobierno británico de que su economía mostró un repunte de crecimiento en febrero.
En Asia, el panorama también fue mixto. El Nikkei 225 de Japón cayó un 3%, reflejando la preocupación regional por la guerra comercial. Por otro lado, el Hang Seng de Hong Kong subió un 1,1%.
Estos movimientos muestran que la crisis arancelaria no afecta solo a EE.UU. y China, sino que tiene implicaciones globales.