El malecón de Piedra Larga se sigue destruyendo y quienes tienen sus locales en esta zona turística están pensando en marcharse.
La razón se da porque se sienten abandonados y cada vez hay más problemas en el lugar.
Varios de los vendedores ambulantes indicaron que durante el oleaje que ocurrió durante la última semana de diciembre ocurrió el hundimiento de varios tramos del malecón.
Eso se debe, según mencionaron, a que entre las piedras escolleras que protegen en la orilla hay huecos donde penetra el agua, lo cual hizo que la estructura se debilite.
En cuanto a la limpieza, detallaron que tuvieron que solucionarlo por su propia cuenta, pues solicitaron la ayuda de una miniexcavadora al Municipio de Manta, pero nunca llegó.
La incomodidad se siente más para aquellos que tienen locales de comida.
Ángel López, presidente de la Asociación de Propietarios de bares y restaurantes de Piedra Larga, dijo que la “destrucción del lugar” tiene más de siete años.
Las aceras están partidas, se han formado socavones, donde ya se han registrado varios accidentes. Tampoco hay un control sobre la basura, mencionó.
A esto se suma la poca iluminación del sector, los terrenos que no están cercados y los baches que se encuentran en la entrada y salida de la zona.
Todo esto es un peligro para los turistas, agregó.
Señaló que antes de la muerte del exalcalde Agustín Intriago hubo una reunión donde se detalló que había un proyecto para remodelarlo y potenciar a los locales, pero no se dio.
Incluso los socios y comerciantes han tenido reuniones con las actuales autoridades, pero no han tenido respuestas favorables.
Llegan pocos turistas a Piedra Larga
López indicó que, si bien hay mucha gente que llega los fines de semana y feriados, en los “últimos meses se han sentido reprimidos”.
Esto luego de que la Policía Nacional se instala cerca de las 20h00, ya sea en la mitad del malecón o en el ingreso al lugar, y empieza a evacuar a los visitantes.
Esto ha hecho que muchos locales ya no tengan ingresos, pues ya no llegan a consumir sus productos.
Según él, esta decisión se da por parte de las autoridades como medida de seguridad.
“Estamos sobreviviendo y no recibimos el apoyo de nadie. Nos sentimos perjudicados y nuestros bolsillos están afectados”, expresó. “Ellos están impidiendo el libre acceso de nuestros turistas, por lo que cree que debe haber un control policial durante la madrugada”, añadió.
Según estima, se han perdido más de 40 plazas de trabajo y hay muchos que ya tienen previsto cerrar sus locales.