Este lunes, investigadores de Colossal Biosciences anunciaron la desextinción del lobo terrible, una especie que desapareció hace 13 mil años en América del Norte.
La noticia le dio la vuelta al mundo, no solo por el avance tecnológico que representa, sino por el vínculo de esa especie con la famosa serie ‘Juego de Tronos’. Pero, ¿cómo eran los lobos terribles?
El lobo terrible habitó América del Norte durante el Pleistoceno, entre 125 mil y 10 mil años atrás.
Con un peso promedio de 68 kg y una longitud de 1.5 metros, superaba al lobo gris moderno en tamaño y robustez, según fósiles hallados en Rancho La Brea, California, que suman más de 3.500 especímenes.
Su mandíbula, con dientes más grandes, estaba adaptada para triturar huesos de presas como bisontes y mamuts jóvenes.
Modo de vida y extinción del lobo terrible
Este animal vivía en manadas y cazaba megafauna en llanuras y bosques abiertos, según estudios del Museo de Historia Natural de Los Ángeles.
Su extinción ocurrió por el cambio climático y la desaparición de sus presas tras la última glaciación, reduciendo su hábitat y alimento. A diferencia del lobo gris, no sobrevivió a estas condiciones.
El escritor George R.R. Martin basó a los huargos de su saga de novelas Canción de hielo y fuego, en la que se basa la serie ‘Juego de Tronos’, en el lobo terrible por su tamaño y ferocidad.
Ambos comparten un pelaje denso y una estructura ósea poderosa. Sin embargo, los huargos ficticios son más grandes, alcanzando hasta 2 metros en la serie de HBO.