El Fondo Monetario Internacional (FMI) se prepara para revelar sus más recientes proyecciones económicas mundiales este 22 de abril. Este anuncio crucial se realizará durante la presentación de su informe Perspectivas Económicas Mundiales (World Economic Outlook). En el contexto de las reuniones anuales del organismo en Washington, Estados Unidos, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ofreció un adelanto significativo sobre el futuro económico.
Según Georgieva, el crecimiento estimado para la economía global en este 2025 experimentará una «notable rebaja» en comparación con las expectativas previas. No obstante, a pesar de esta revisión a la baja, la líder del FMI descartó categóricamente la posibilidad de que el mundo entre en una recesión global. Esta afirmación se produce en un escenario marcado por las crecientes tensiones comerciales derivadas del alza de aranceles entre las principales economías.
Impacto de los aranceles en el crecimiento mundial
En su informe anterior, publicado antes de los aranceles recíprocos anunciados por Estados Unidos el 2 de abril del 2025, el FMI había previsto un crecimiento de la economía mundial del 3,3%. Para Ecuador, la última proyección disponible sitúa el crecimiento en un 1,6% para 2025. Sin embargo, Georgieva enfatizó que las economías avanzadas más pequeñas y la mayoría de los mercados emergentes, categoría en la que se incluye Ecuador, son particularmente vulnerables.
Estas economías dependen en mayor medida del comercio internacional para impulsar su crecimiento económico. Por consiguiente, se encuentran más expuestas a un menor dinamismo económico e incluso a condiciones financieras más restrictivas. En otras palabras, les resultará más difícil acceder a préstamos en este entorno de aumento de aranceles.
Análisis del FMI sobre las políticas arancelarias
Kristalina Georgieva ofreció una perspectiva contundente sobre los efectos de las políticas arancelarias. «Los aranceles, al igual que otros impuestos, incrementan los ingresos a expensas de reducir y desviar la actividad económica». Además, añadió que «la evidencia de episodios anteriores sugiere que los aranceles más altos no son asumidos únicamente por los socios comerciales».
Estas observaciones resaltan la preocupación del FMI por las consecuencias negativas de la guerra arancelaria en la economía global.