Héctor Germán Oesterheld, nacido el 23 de julio de 1919 en Buenos Aires, dejó una marca imborrable en la literatura y el cómic argentino con «El Eternauta», publicada por primera vez en 1957 en la revista Hora Cero Semanal.
La historieta, ilustrada por Francisco Solano López, narra la resistencia de Juan Salvo y un grupo de ciudadanos ante una invasión alienígena en Buenos Aires, transformándose en un símbolo de lucha y resiliencia. La adaptación de Netflix, que cubre la primera mitad de la obra, ha sido elogiada por su fidelidad al material original, aunque algunos críticos señalan que las licencias creativas buscan captar a una audiencia global.
Secuestrado el creador de «El Eternauta»
El contexto histórico de Oesterheld añade una capa de profundidad a esta producción. El 27 de abril de 1977, a los 57 años, fue secuestrado en La Plata por un grupo de tareas de la dictadura militar. Según registros de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), pasó por centros clandestinos como El Sheraton, El Embudo, Campo de Mayo y El Vesubio, en Aldo Bonzi.
Testimonios como el del psicólogo Eduardo Arias, quien compartió cautiverio con él, describen su estado físico deteriorado y su entereza en medio del sufrimiento. En la Nochebuena de 1977, Oesterheld saludó a sus compañeros de celda en un gesto que Arias recuerda como su última muestra de humanidad antes de desaparecer. La tragedia no se limitó a él. Su familia fue diezmada por la represión. Beatriz Marta, de 19 años, fue la primera en desaparecer el 19 de junio de 1976; su cuerpo apareció días después en Virreyes.
Diana Irene, de 23 años, embarazada y madre de un niño pequeño, fue secuestrada el 7 de agosto de 1976. Marina y su esposo, Alberto Seindlis, desaparecieron el 27 de noviembre de 1977 en San Isidro. Estela Inés, la mayor, fue capturada el 14 de diciembre de ese año tras recibir un disparo mientras intentaba huir; su pareja, Raúl Mórtola, también fue asesinado. Los nietos nacidos en cautiverio jamás fueron encontrados. Héctor Germán Oesterheld era militante montonero.
La esposa fue la única sobreviviente
Montoneros fue una de las organizaciones guerrilleras que surgieron y ganaron protagonismo entre las décadas de 1960 y de 1970 en Argentina, al calor de las revueltas e insurrecciones populares contra los gobiernos militares que se sucedieron entre 1966 y 1973 en el país. La dictadura, liderada por Jorge Rafael Videla, dejó un saldo de 30.000 desaparecidos, según estimaciones de organismos de derechos humanos. El caso de Oesterheld y su familia es uno de los más emblemáticos de esa época oscura.
Elsa Sánchez, esposa de Oesterheld, fue la única sobreviviente. Tras perder a su familia, se unió a Abuelas de Plaza de Mayo para buscar justicia. Antes de morir en 2015, a los 90 años, donó a la Biblioteca Nacional una valija con manuscritos inéditos de su esposo, rescatados de la destrucción de la dictadura. Entre ellos había proyectos que reflejan su pasión por la escritura, iniciada tras graduarse como geólogo en la Universidad de Buenos Aires.
La serie tendrá una segunda temporada
La serie ha generado repercusiones internacionales. Medios como The New York Times destacan su relevancia cultural y el aumento en las búsquedas de la historieta original tras el estreno. La crítica coincide en que «El Eternauta» trasciende como una obra de ciencia ficción con raíces en la resistencia social.
«El Eternauta» narra la historia de Juan Salvo, un hombre que, junto a su familia y amigos, enfrenta el caos en una Buenos Aires devastada por una nevada letal que diezma a la población. Lo que inicialmente parece un desastre climático se revela pronto como el preludio de una invasión extraterrestre. Desde ese momento, los personajes se organizan para resistir y sobrevivir, en una trama que destaca la solidaridad y la acción colectiva como claves para enfrentar la adversidad.
La producción de Netflix, con Ricardo Darín en el rol de Juan Salvo, deja abierta la puerta a una segunda temporada, lo que ha generado expectativas y debates sobre cómo se abordará el resto de la trama. Para Argentina, el estreno no solo celebra un hito cultural, sino que reaviva la memoria colectiva sobre las víctimas del terrorismo de Estado. (10)