Funcionarios de las embajadas de Estados Unidos en Ecuador y Perú, junto a representantes de los gobiernos de Daniel Noboa y Dina Boluarte, visitaron la zona fronteriza entre ambos países el 4 de junio de 2025 para evaluar la seguridad y diseñar un plan de acción conjunto, según un comunicado de la embajada estadounidense. La comitiva, que incluyó policías y personal de Migraciones, recorrió pasos fronterizos oficiales e informales, como Aguas Verdes en Perú y Huaquillas en Ecuador. Esto les permitió identificar identificando vulnerabilidades en el control de flujos irregulares de personas, armas y sustancias ilícitas.
La visita destacó la existencia de 137 pasos ilegales usados para contrabando entre Ecuador y Perú, según datos oficiales, recoge el portal Primicias. En Aguas Verdes, un punto crítico en la frontera norte peruana, solo diez policías están asignados para mantener el orden, un número insuficiente frente a la presión delictiva, según la delegación peruana. Las autoridades señalaron desafíos económicos y tecnológicos para combatir la inseguridad, incluyendo la necesidad de mayor presencia policial y sistemas de monitoreo avanzados. En una reunión trilateral, los tres países acordaron mejorar la coordinación interinstitucional y desarrollar enfoques sostenibles para la cooperación transfronteriza.
Una medida para frenar la violencia ligada al crimen organizado
El comunicado de la embajada estadounidense subrayó el compromiso compartido para reforzar la cooperación institucional en la frontera, una de las más vulnerables de la región debido al tráfico ilícito. La visita se enmarca en el apoyo de Estados Unidos al gobierno de Noboa, que enfrenta un aumento de la violencia ligada al crimen organizado. Desde el 9 de enero de 2024, Ecuador está bajo un estado de “conflicto armado interno” decretado por Noboa, quien clasificó a las bandas criminales como grupos terroristas para facilitar su neutralización por las fuerzas estatales. En abril de 2025, el ministro del Interior, John Reimberg, anunció la llegada de asistencia militar estadounidense para combatir estas mafias.
La frontera entre Ecuador y Perú, especialmente en zonas como Huaquillas y Aguas Verdes, es un punto estratégico para el comercio y la migración, pero también un corredor para actividades ilícitas. Los pasos informales dificultan el control migratorio y el combate al contrabando, que incluye drogas y armas. Según reportes oficiales, el tráfico ilícito en esta zona ha crecido en los últimos años, agravado por la porosidad de la frontera y la limitada capacidad operativa de las autoridades locales.
Un plan de acción
El plan de acción propuesto busca abordar estas debilidades mediante la cooperación trilateral. Por lo tanto, también se incluye mejorar la infraestructura de los puntos de control, aumentar la presencia de fuerzas de seguridad. Asimismo, adoptar tecnologías como sistemas de vigilancia electrónica. La reunión también resaltó la necesidad de recursos económicos para implementar estas medidas, dado el impacto del crimen organizado en la estabilidad regional.
En 2024, el comercio ilegal en la frontera Ecuador-Perú generó pérdidas estimadas en USD 200 millones, según datos de la Policía Nacional. La declaratoria de conflicto armado interno en Ecuador refleja la gravedad de la situación, con un aumento del 30 % en delitos violentos desde 2022. La asistencia estadounidense, que incluye equipos y capacitación, es parte de una estrategia regional para fortalecer la seguridad fronteriza y combatir el narcotráfico. Este es un problema que afecta a ambos países.