Estados Unidos aplicará, desde el próximo 2 de abril de 2025, un arancel del 25 % a los países que compren petróleo y gas a Venezuela, lo que podría beneficiar a Ecuador. Analistas del sector señalan que la medida podría impulsar el precio del crudo ecuatoriano en el mercado internacional al generar nuevas oportunidades comerciales.
La decisión del gobierno de Donald Trump, anunciada el 24 de marzo del 2025, busca presionar a Venezuela y a sus compradores, particularmente China, su mayor socio comercial en el sector petrolero. Aunque Estados Unidos también importa crudo venezolano, la medida afectará principalmente a terceros países que comercian con Caracas.
La orden permite al Departamento de Estado de Estados Unidos imponer un arancel del 25 % sobre todos los bienes importados a EE.UU. desde países que adquieran crudo venezolano, ya sea directamente o a través de intermediarios, según informó Bloomberg Línea.
Ecuador: una ventana de oportunidad
Con la aplicación del arancel, algunos compradores podrían optar por diversificar sus fuentes de petróleo, abriendo un espacio para que el crudo ecuatoriano gane mercado.
Expertos del sector indican que el impacto podría verse reflejado en las ventas spot de Petroecuador, donde el petróleo nacional podría reducir el castigo que sufre frente al West Texas Intermediate (WTI). Esto significa que el crudo ecuatoriano podría venderse a mejores precios en el mercado internacional.
En 2024, los ingresos por ventas spot de Petroecuador alcanzaron $6.558 millones, duplicando los $3.244 millones de 2023. En 2025, la compañía ya ha concretado varias ventas, incluyendo la más reciente, el 7 de febrero, donde obtuvo $128 millones por la venta de $1,44 millones de barriles de crudo Oriente.
Actuales desafíos que enfrenta el petróleo ecuatoriano
A pesar de la posible revalorización, el petróleo ecuatoriano enfrenta ciertos desafíos. El castigo que recibe actualmente está entre $6 y $8 por barril, según el experto Fernando Reyes. Explica que, aunque la medida estadounidense podría mejorar el precio, no se espera un cambio drástico debido a la calidad del crudo ecuatoriano, considerado semiliviano por su densidad.
Otro factor a considerar es la composición del crudo. En Estados Unidos, los petróleos extraídos por fracking han reducido su contenido de diésel, lo que podría aumentar la demanda de petróleos con mayor contenido de este componente, como el ecuatoriano.
Por otro lado, el asesor y exviceministro de Comercio Exterior José Xavier Orellana señala que, aunque el crudo ecuatoriano tiene menor viscosidad que el venezolano, podría sustituirlo en ciertas aplicaciones, especialmente en las refinerías del Golfo de México que tradicionalmente procesan petróleo de Venezuela.
Históricamente, Ecuador ya ha reemplazado crudo venezolano en algunos mercados, lo que podría repetirse con la aplicación de los aranceles, generando mayor interés en el petróleo ecuatoriano y reduciendo su castigo en el mercado spot.
Aunque la situación puede representar una oportunidad comercial, Ecuador enfrenta problemas para incrementar su producción. Desde mediados de 2024, la extracción petrolera ha caído por el cierre progresivo del bloque 43-ITT, robos de cables, apagones y fallas en el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE).
Según la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH), al 27 de marzo de 2025, la producción nacional era de 468.003 barriles diarios, de los cuales 372.911 provenían de Petroecuador y 95.091 de compañías privadas.
El Banco Central del Ecuador (BCE) informó que en 2024 la producción nacional alcanzó 173,95 millones de barriles, con un crecimiento de 0,3 % frente a 2023. Las exportaciones sumaron 126,31 millones de barriles, generando $8.646,54 millones.