La ampliación del Refugio de Vida Silvestre Río Zuñag marca un hito en la conservación de los ecosistemas andinos y amazónicos en Ecuador. La superficie protegida, que ahora alcanza las 2.065,73 hectáreas, garantiza un hábitat seguro para especies amenazadas como el águila andina, el tapir de montaña y el jaguar. Este esfuerzo responde a la necesidad de proteger la biodiversidad frente a amenazas como la deforestación y el cambio climático.
El proceso, formalizado mediante un acuerdo ministerial del MAATE, contó con la colaboración técnica de WWF Ecuador y el respaldo financiero de la Fundación Hempel. Según Tarsicio Granizo, director de WWF Ecuador, “esta colaboración fortalece la red de áreas protegidas en el país y destaca el valor de las alianzas multisectoriales para preservar la riqueza natural”.
Impacto en la conservación
La ampliación del refugio refuerza el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y establece un precedente para la incorporación de áreas privadas en la conservación. Este logro alinea a Ecuador con el objetivo global 30×30, que busca proteger el 30% de los ecosistemas terrestres y marinos para 2030. La región de Río Zuñiga, conocida por su alta biodiversidad, ahora cuenta con mayor protección para sus ecosistemas, que incluyen bosques montanos y selvas amazónicas.
Además, la iniciativa protege servicios ecosistémicos esenciales, como la regulación del agua y la captura de carbono, beneficiando a comunidades locales y al equilibrio ambiental. La Fundación EcoMinga destacó que esta acción es un paso clave para garantizar la sostenibilidad de los recursos naturales en Tungurahua.
Proyección a futuro
El Refugio de Vida Silvestre Río Zuñag se encuentra en una zona estratégica que conecta los ecosistemas andinos con la Amazonía, lo que lo convierte en un corredor biológico vital. La ampliación no solo protege especies icónicas, sino que también fortalece la resiliencia de la región frente al cambio climático. Organizaciones como WWF Ecuador subrayan la importancia de estas acciones para cumplir compromisos internacionales de conservación.
El trabajo conjunto entre el gobierno, ONGs y el sector privado demuestra el potencial de las alianzas para enfrentar desafíos ambientales. La Fundación EcoMinga y el MAATE planean continuar identificando áreas prioritarias para expandir la red de protección, con el objetivo de consolidar a Ecuador como líder en conservación en América Latina.
Con 2.065,73 hectáreas protegidas, el Refugio Río Zuñag se posiciona como un bastión para la biodiversidad en Tungurahua. Este logro, respaldado por datos oficiales del MAATE, refleja el compromiso del país con la conservación y sienta las bases para futuras iniciativas que integren áreas privadas al SNAP, fortaleciendo la protección de los ecosistemas para las generaciones futuras.