El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, otorgó clemencia a un grupo de 11 personas. Lo hizo utilizando su poder presidencial para indultar a individuos condenados por delitos que incluyen fraude fiscal, corrupción y tenencia de armas, además de conmutar las penas de nueve personas, entre ellas Larry Hoover, un influyente líder pandillero de Chicago.
Estas acciones, confirmadas por fuentes de la Casa Blanca, se apartan del proceso tradicional del Departamento de Justicia para evaluar solicitudes de clemencia.
Entre los indultados destaca Michael Grimm, excongresista republicano por Nueva York, quien fue condenado en noviembre de 2014 por fraude fiscal. Grimm, que sirvió varios meses en prisión hace una década, formaba parte de un grupo de personas vinculadas a aliados políticos de Trump, según reportes.
Por otro lado, Trump conmutó la pena federal de Larry Hoover, colíder de los Gangster Disciples, una de las pandillas más notorias de Chicago. Hoover, de 74 años, cumplía cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado tras ser condenado en 1997 por liderar una red criminal que traficaba drogas y estaba vinculada a actividades violentas.
Tribunal de apelaciones restablece temporalmente los aranceles impuestos por Donald Trump
Contexto de los indultos y conmutaciones
La decisión de Trump de otorgar clemencia a estas 11 personas se produce en el marco de una serie de indultos y conmutaciones emitidos durante su presidencia.
Según reportes, el presidente ha priorizado casos de individuos que, en algunos casos, han expresado apoyo político. También porque han sido respaldados por figuras cercanas a su administración.
Entre los beneficiados se encuentran personas condenadas por delitos financieros y relacionados con armas, aunque no se han revelado los nombres completos de todos los indultados.
Michael Grimm, quien representó a Staten Island en el Congreso, dimitió tras su condena por fraude fiscal en 2014, relacionada con la subdeclaración de ingresos de un restaurante que poseía en Manhattan. Su indulto elimina las consecuencias legales de su condena federal, restaurando derechos como el voto.
Larry Hoover, por su parte, seguirá cumpliendo una condena estatal de 150 a 200 años por el asesinato de un traficante en 1973, a pesar de la conmutación de su sentencia federal.
Hoover, conocido como “King Larry”, fundó los Gangster Disciples en la década de 1960, una organización que llegó a tener 30.000 miembros en Chicago y generaba millones de dólares en actividades ilícitas, según documentos judiciales.
Reacciones y antecedentes
La conmutación de la pena de Hoover ha generado reacciones debido a su historial criminal. Él también ha tenido el apoyo de figuras públicas, como los raperos Kanye West y Drake, según medios internacionales.
Sin embargo, el FBI de Chicago, a través del agente especial Douglas DePodesta, afirmó que Hoover “causó mucho daño en Chicago”. También dijo que debería seguir en prisión por sus cargos estatales.
Los indultos de Trump han incluido a otras figuras controvertidas, como el exgobernador de Connecticut, John Rowland. Él fue condenado por corrupción, y el rapero NBA YoungBoy, sentenciado por cargos de armas.
Estas acciones forman parte de una serie de más de 40 indultos emitidos en su segundo mandato, según el Departamento de Justicia. Además, constan 1.600 clemencias relacionadas con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Implicaciones de las clemencias de Trump
Las decisiones de Trump han sido descritas como un uso estratégico de su autoridad presidencial. Sin embargo, han generado críticas por eludir los procedimientos estándar del Departamento de Justicia.
Los indultos y conmutaciones benefician principalmente a personas con conexiones políticas o casos de alto perfil. Esto ha avivado el debate sobre la equidad en el sistema de justicia.
El caso de Hoover, en particular, sigue siendo complejo, ya que su liberación total dependería de una conmutación estatal por parte del gobernador de Illinois, JB Pritzker. Por ahora, los beneficiados por los indultos federales recuperan derechos civiles, mientras que los casos como el de Hoover permanecen bajo escrutinio.
