El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó al empresario Elon Musk de «volverse loco» y expresó que no está interesado en hablar con él, intensificando una disputa pública originada por diferencias sobre un proyecto fiscal que se debate en el Congreso.
El conflicto entre Trump y Musk, quienes mantenían una alianza cercana durante la campaña electoral de 2024, se agravó tras las críticas de Musk al proyecto de ley fiscal impulsado por el presidente. En declaraciones de este viernes 6 de junio, Trump respondió a rumores sobre una posible reconciliación telefónica, afirmando: “¿Te estás refiriendo al hombre que se ha vuelto loco?”. Además, señaló que no está “particularmente interesado” en dialogar con el magnate.
En comentarios posteriores, Trump reiteró su postura, calificando a Musk como “el pobre chico” con “un problema” y asegurando que no está pensando en él. “No voy a hablar con él durante un tiempo, pero le deseo el bien”, añadió el presidente. Estas declaraciones marcan un punto crítico en la ruptura de una relación que parecía sólida meses atrás.
Escalada de tensiones entre Trump y Musk
El desencadenante del enfrentamiento fue el rechazo de Musk al proyecto fiscal de Trump, descrito por el empresario como un “desastre” que podría aumentar el déficit federal. Musk, quien previamente lideró esfuerzos para reducir el gasto gubernamental, expresó su oposición en la plataforma X, calificando la propuesta de “abominación”.
El jueves, Trump ya había manifestado su decepción en la Casa Blanca, afirmando que Musk “conocía los entresijos” del proyecto mejor que nadie. “Estoy muy decepcionado porque él lo sabía todo”, dijo ante los medios. En respuesta, Musk intensificó sus críticas en redes sociales. Aseguró que sin su apoyo financiero de casi 300 millones de dólares en la campaña, Trump no habría ganado las elecciones de 2024.
Trump también amenazó con cancelar contratos gubernamentales de empresas de Musk, como SpaceX y Starlink, sugiriendo que sería una forma de ahorrar “miles de millones de dólares” en el presupuesto federal. Esta advertencia se suma a la eliminación de incentivos fiscales para vehículos eléctricos, medida que afecta directamente a Tesla, la compañía de Musk.
Reacciones y perspectivas
La relación entre ambos comenzó con una alianza estratégica durante la campaña electoral, donde Musk respaldó a Trump con recursos significativos y asesoró en la Casa Blanca sobre recortes de gasto. Sin embargo, las diferencias sobre la política fiscal y la eliminación de subsidios para vehículos eléctricos han fracturado esta colaboración.
Mientras el conflicto se desarrolla, figuras como el senador republicano Ron Johnson han evitado involucrarse, destacando el “alto precio” que Musk pagó por su servicio. Las acciones de Tesla cayeron tras las declaraciones de Trump, reflejando el impacto económico de la disputa.
El futuro de esta relación permanece incierto, con Trump descartando un diálogo inmediato y Musk manteniendo su postura crítica. La atención se centra ahora en cómo este enfrentamiento afectará las políticas fiscales y los contratos gubernamentales.
