se La noche del lunes 21 de abril de 2025, un nuevo episodio de violencia sacudió a la parroquia Andrés de Vera, en el cantón Portoviejo, cuando Verónica Quiroz Párraga y Cecilia Cedeño Quiroz, madre e hija, fueron brutalmente asesinadas a balazos en su vivienda ubicada en la calle Primero de Mayo, en la parte alta de este sector.
El crimen, perpetrado por sicarios, ha generado consternación entre los moradores y ha puesto en evidencia la creciente inseguridad que azota a esta zona de la capital manabita. Según información preliminar recabada por las autoridades, madre e hija se encontraban en el interior de su hogar jugando naipes cuando, aproximadamente a las 23h15, hombres armados irrumpieron en la vivienda y abrieron fuego sin mediar palabra. Los disparos acabaron con la vida de ambas mujeres de forma inmediata. Tras cometer el crimen, los sicarios huyeron del lugar, dejando tras de sí un escenario de dolor y conmoción.
Madre e hijas halladas sin vida
Alertados por los vecinos, agentes de la Policía Nacional acudieron rápidamente al sitio, donde confirmaron el hallazgo de los cuerpos sin vida de Verónica y Cecilia. Personal de Criminalística procedió a recolectar evidencias, incluyendo casquillos de bala, mientras que el vehículo de Medicina Legal trasladó los cadáveres al centro forense de Manta para realizar las autopsias correspondientes. Hasta el cierre de esta nota, las autoridades no han revelado detalles sobre el móvil del crimen ni la identidad de los responsables, aunque las investigaciones están en curso.
Fuentes cercanas al caso indicaron que Verónica Quiroz se había escapado de otros intentos de asesinato en años anteriores, lo que sugiere que este crimen podría estar relacionado con disputas previas o ajustes de cuentas. Los sicarios, al parecer, no descansaron hasta lograr su objetivo, lo que agrava la percepción de impunidad en la zona.
Antecedentes de violencia en la calle Primero de Mayo
La calle Primero de Mayo, ubicada en el sector LEA de la parroquia Andrés de Vera, no es ajena a hechos violentos. En los últimos años, esta vía ha sido escenario de varios crímenes que han alarmado a los residentes. En 2022, un hombre fue asesinado a balazos en un ataque similar, atribuido a sicarios que se movilizaban en motocicleta. Asimismo, en 2024, se reportó otro homicidio en la misma calle, donde una persona fue ultimada frente a su vivienda. Estos antecedentes reflejan un patrón de violencia recurrente, vinculada posiblemente a la presencia de bandas delictivas que operan en la zona.
Andrés de Vera: Un epicentro de violencia en Portoviejo
La parroquia Andrés de Vera, que abarca sectores como las ciudadelas San Alejo, Fabián Palacios, Eloy Alfaro del Camino y El Florón, se ha convertido en uno de los epicentros de la violencia en Portoviejo. Según datos policiales, esta parroquia, junto con San Pablo, concentra la mayor cantidad de crímenes en la capital manabita. En lo que va de 2025, Portoviejo ha registrado al menos 49 asesinatos, de los cuales una proporción significativa ocurrió en Andrés de Vera.
La Policía Nacional ha señalado que muchos de los homicidios en esta parroquia están relacionados con disputas entre bandas criminales, ya que varias víctimas tenían antecedentes penales o vínculos con actividades delictivas. Sin embargo, la violencia no discrimina, y personas inocentes, como Verónica y Cecilia, han quedado atrapadas en este conflicto. La proliferación de armas de fuego, especialmente de calibre 9 milímetros y fusiles, ha exacerbado la situación, facilitando la ejecución de masacres y sicariatos.
A pesar de los operativos conjuntos entre la Policía y las Fuerzas Armadas, que incluyen controles en las vías y patrullajes en zonas conflictivas, la criminalidad sigue siendo un desafío. La comunidad exige mayor presencia policial y políticas integrales que aborden las causas estructurales de la violencia, como la pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades para los jóvenes.
Este doble asesinato no solo enluta a una familia, sino que reaviva el clamor por seguridad en Portoviejo. (12)