La Vía Perimetral de Guayaquil, una arteria clave construida entre 1970 y 1975, está en crisis. Sus puentes, esenciales para miles de conductores diarios, presentan huecos, baches y socavones, complicando la circulación y aumentando los riesgos en la vía.
Por consiguiente, los conductores enfrentan desafíos constantes. Desde la avenida Casuarina hasta la Isla Trinitaria, las uniones de los puentes muestran daños severos, con metales hundidos y pavimento deteriorado que obliga a reducir la velocidad.
Además, la inseguridad agrava la situación. La falta de alumbrado público nocturno expone a los usuarios a asaltos. Un motociclista relató: “En la noche, frenar por los baches es peligroso; nos arriesgamos a volcar o ser robados”.
En consecuencia, los accidentes son frecuentes en horas pico. El tráfico se torna caótico, especialmente en tramos como la Entrada de la 8, donde los conductores denuncian que los puentes parecen “llenos de cráteres”.
Reparaciones recientes no son suficientes
Por otro lado, las reparaciones recientes han sido insuficientes. Hace semanas, se intervino un puente por un socavón, pero los conductores critican la calidad de los materiales, afirmando que los arreglos “no duran, como pegados con saliva”.
Asimismo, la Vía Perimetral, diseñada para conectar el norte y sur de Guayaquil, no ha recibido mantenimiento integral desde su construcción. Sus puentes, parte de la red estatal E40, soportan 123.000 vehículos diarios, según el Municipio.
De manera significativa, los usuarios exigen soluciones duraderas. La percepción general es que las reparaciones son improvisadas, dejando a los conductores vulnerables a daños mecánicos y riesgos de seguridad en esta transitada ruta.
Por su parte, el Municipio de Guayaquil inició trabajos de bacheo asfáltico en marzo de 2025, enfocándose en el viaducto de La Prosperina. Sin embargo, estas labores, parte de un contrato de garantía, no abordan el deterioro estructural general.
En este contexto, los conductores cuestionan la gestión de la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM). La falta de una intervención integral frustra a quienes dependen de la Perimetral para sus desplazamientos diarios.
Puentes reparados se deterioran rápidamente
Además, posts en X reflejan el descontento ciudadano. Usuarios reportan que los puentes, reparados varias veces en 2024, se deterioran rápidamente, aumentando la percepción de negligencia en el mantenimiento de esta vía vital.
De igual forma, la construcción de la Perimetral en los años 70 marcó un hito para la conectividad de Guayaquil. Sin embargo, su diseño no anticipó el volumen actual de tráfico, lo que acelera el desgaste de sus puentes.
Por ello, los ciudadanos piden al Municipio y al Ministerio de Transporte y Obras Públicas una solución definitiva. La modernización de los puentes y un plan de mantenimiento continuo son esenciales para garantizar seguridad.
Finalmente, la Vía Perimetral sigue siendo crucial para Guayaquil. Sin una intervención urgente, los riesgos para conductores y la economía local persistirán, afectando a miles que transitan esta ruta diariamente.