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Una estructura criminal con métodos sofisticados para burlar controles aduaneros y transportar cocaína hacia Europa fue desarticulada en un operativo conjunto entre autoridades ecuatorianas y agencias internacionales, con un decomiso de decenas de toneladas de droga.

Los agentes asestaron un duro golpe al narcotráfico internacional tras la culminación de un extenso trabajo investigativo que permitió desmantelar una poderosa organización criminal. La red narcodelictiva, que operaba con técnicas altamente sofisticadas para evadir controles en diferentes puertos del país, movió más de 38 toneladas de cocaína entre Ecuador y Europa durante dos años.

El operativo conjunto denominado “Gran Fénix 13 Tormes y Gran Fénix 14 Chernobyl” se desarrolló en la noche del miércoles 12 y la madrugada del jueves 13 de marzo en cinco provincias ecuatorianas: Guayas, Manabí, El Oro, Santa Elena y Sucumbíos. La acción policial contó con la participación de la Fiscalía, la Policía Nacional de Ecuador y diversas agencias internacionales como Europol, la Guardia Civil de España, la DIA de Italia y LKA de Alemania.

El coronel Holguer Cortez, director Antidrogas, informó durante una rueda de prensa que las autoridades vincularon a esta organización con el movimiento de 38 toneladas 646 kilos de cocaína. El valor aproximado de la droga incautada en el mercado ilegal asciende a la astronómica cifra de 966 millones de dólares, lo que demuestra la magnitud de la operación criminal desarticulada.

Detenidos en la desarticulización de red criminal que movió decenas de toneladas de droga

Entre los detenidos está José R., alias ‘Gordo’, considerado un objetivo de valor intermedio por las autoridades y supuesto miembro de la peligrosa banda Los Choneros. El primer reporte detalla a un total de 55 personas detenidas durante el operativo, incluyendo detenciones en el extranjero, de las cuales 36 son ecuatorianos.

La investigación reveló que la organización operaba con dos estructuras claramente definidas y conocía perfectamente los mecanismos de la cadena logística. La primera estructura se encargaba de la comercialización de candados y sellos de seguridad para contenedores, elementos que eran clonados, adulterados y reimpresos para facilitar la contaminación de mercancías legítimas. Esta división también ofrecía servicios de inhibidores de señal para evitar rastreos.

La segunda estructura, presuntamente vinculada con Los Choneros, facilitaba la contaminación de contenedores mediante modificaciones estructurales de los mismos. Los integrantes de la red cambiaban los cabezales de los transportes en algún punto de la ruta logística para introducir la droga sin despertar sospechas. Una particularidad de esta organización fue la utilización de sustancias especiales aplicadas a los bloques de cocaína para neutralizar el olfato de los canes antinarcóticos.

Los delincuentes aprovechaban su profundo conocimiento de la cadena logística para realizar envíos desde puertos ecuatorianos hacia diferentes ciudades europeas como Bélgica, Alemania, España e Italia. Para sus operaciones en Ecuador, los miembros de la organización alquilaban viviendas en urbanizaciones privadas donde planificaban sus actividades ilícitas lejos de miradas indiscretas.

Creaban empresas de transportes para mover la droga

La Fiscalía detalló que esta banda criminal creó empresas de transporte legalmente constituidas para facilitar la movilización de vehículos de carga implicados en el delito. Entre los detenidos figuran presuntos propietarios, gerentes, choferes y creadores de compañías ficticias utilizadas para la contaminación de contenedores.

Durante el operativo también se decomisaron 32 teléfonos celulares, 17 documentos, 16 candados y sellos, 5 dispositivos de almacenamiento de información y 2 vehículos. Estos elementos constituyen pruebas fundamentales para fortalecer el caso contra los implicados y posiblemente ampliar la investigación hacia otros miembros de la red que transportó más de 38 toneladas de droga durante dos años.