Las lágrimas de la ecuatoriana Neisi Dajomes en el podio tras proclamarse campeona olímpica en halterofilia en Tokyo este domingo, conmovieron al Ecuador entero.
Y es que esa medalla tiene un valor muy especial para la deportista.
Dajomes rindió hoy homenaje a su madre fallecida (hace dos años y a un hermano hace tres), sus hermanos, su familia, a los que siempre estuvieron con ella y en la premiación enseñó la palma de su mano, donde se leía: “Mamá, hermano”.
“Si tuviera que describir a mi madre (Orcelina) en dos palabras, sería: ‘la mujer maravilla’”, resaltó Dajomes a los 15 años, cuando logró el título juvenil júnior en el Mundial Sub’17, Usbekistán de 2013, la deportistas que debutó en unos Olímpicos, los de Río 2016, con un diploma olímpico al ubicarse en el séptimo puesto en su categoría.