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Liga de Quito, ‘el mata brasileños’ de Ecuador, salta a la cancha internacional este jueves ante el temido Fluminense de Brasil. Ahora, el equipo albo sueña con ganar una nueva final internacional y obtener su sexto título continental: la Recopa Sudamericana.

El equipo ecuatoriano, campeón de la Copa Sudamericana 2023, jugará este jueves, a las 19h30, ante un viejo rival, Fluminense, campeón de la Copa Libertadores.

Será la tercera vez que estos dos equipos se enfrenten en una final, luego de la Copa Libertadores de 2008 y la Copa Sudamericana de 2009, ambas con victoria para los ‘universitarios’.

El favorito

Sin embargo, para esta Recopa, Fluminense parece partir como favorito luego de una campaña casi perfecta en la Libertadores y que cuenta con jugadores de jerarquía como Marcelo, Felipe Melo y Germán Cano.

El equipo quiteño tiene tres razones por la cual aspira a sumar un nuevo título en sus vitrinas:

1.- Mantiene la base del campeonato 2023. La mayoría de jugadores sigue. Hubo unas pocas bajas, como el delantero Paolo Guerrero, el volante Mauricio Martínez y el extremo Renato Ibarra. Sin embargo, llegaron Michael Estrada, Miguel Parrales, Andrés Zanini y Gabriel Villamil.

En el partido del jueves se espera que Liga juegue con un once inicial casi igual al que ganó la Sudamericana, con el liderazgo de Alexander Domínguez, Ezequiel Piovi, Ricardo Adé, José Quintero, Alexander Alvarado y Jhojan Julio.

2.- Hizo una buena pretemporada, bajo la dirección de Josep Alcácer, aunque el DT español no lo podrá dirigir desde la banca, porque aún no está habilitado en la Conmebol.

3.- Invicto como local. Liga (Q) vs. Fluminense se ha convertido en un clásico del continente. Se han enfrentado en ocho ocasiones: cuatro en Quito y cuatro en Río de Janeiro.

La ‘U’ se mantuvo invicta en su estadio, con tres victorias y un empate.

Además, las dos finales que se jugaron en Casa Blanca terminaron en goleadas para el local: 4-2 en la Libertadores de 2008 y 5-1 en la Sudamericana de 2009.

Por lo tanto, Liga intentará agarrarse de esta mística y del apoyo de la hinchada (habrá un 90% de aforo) para ganar el duelo de ida.