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Luiz Felipe Scolari, entrenador del Athletico Paranaense, sueña con una victoria el sábado en la final de la Copa Libertadores frente al Flamengo para poder jubilarse por todo lo alto, 20 años después de ganar el Mundial con la selección brasileña.

El exseleccionador de Brasil y de Portugal, conocido popularmente como ‘Felipao’, ha dejado claro que se jubilará como técnico tras la final de la Libertadores independientemente del resultado.

Y no niega sus ganas por un título con el que haría historia y se despediría del fútbol por todo lo alto. “Será el ápice de toda una vida”, dijo Scolari en una entrevista a la página web de la Conmebol.

Y es que el veterano y exitoso técnico atesora 27 títulos en su carrera, incluyendo un Mundial y una Copa Confederaciones con la Canarinha así como dos Libertadores con Gremio y Palmeiras, pero sus últimos años no han sido tan brillantes.

Su último título data de 2018, cuando logró el Campeonato Brasileño con Palmeiras.

En caso de una victoria el sábado con Paranaense, club que avanzó a la final precisamente tras eliminar a un Palmeiras que ganó los dos últimos títulos continentales, hará historia en Brasil.

Ello debido a que además de ya ser el técnico brasileño con más finales en la Libertadores, con cuatro (dejó escapar el título con Palmeiras en 2000), podrá convertirse en el primero y único con tres títulos continentales.

El título le permitiría superar a los míticos Telé Santana (campeón en 1992 y 1993 con el Sao Paulo) y Lula (campeón en 1962 y 1963 con el Santos de Pelé), así como a su contemporáneo Paulo Autuori (campeón en 1997 con Cruzeiro y en 2005 con Sao Paulo).

El entrenador nacido hace 73 años en la sureña ciudad de Passo Fundo y que completó 40 años de carrera como técnico siempre se ha caracterizado por montar equipos muy defensivos y hasta duros en la marca pero con capacidad de sorprender en el ataque.

“El actual Flamengo es uno de los equipos en el mundo que juega más bonito pero no se puede decir que es el mejor. Mejor es el que gana”, aseguró al defender su cuestionado estilo y al anticipar el fútbol que llevará a la final de la Libertadores.

Y sus equipos, pese a no destacar por el juego bonito, le permitieron levantar muchos trofeos, no solo con la selección brasileña y en la Libertadores.

En sus vitrinas hay dos títulos del Campeonato Brasileño (1996 y 2018) y cuatro de la Copa do Brasil (1991, 1994, 1998 e 2012). Con la selección de Portugal llegó a una final de la Eurocopa (2004) y a semifinales en el Mundial de 2006.

Un título de la Libertadores en su despedida, además, le ayudará a opacar su responsabilidad en grandes vergüenzas en el fútbol, ya que fue el seleccionador de Brasil en la histórica derrota por 7-1 en semifinales del Mundial de 2014 frente a Alemania, y el técnico del Palmeiras que cayó a la segunda división en 2012.