El Kaseya Center de Miami, Florida, fue una olla a presión el lunes por la noche, repleto de espectadores ansiosos por un emocionante espectáculo de baloncesto.
La atmósfera estaba cargada de energía, un aire de anticipación palpable que en la madera no defraudó.
En este escenario electrizante, Domantas Sabonis se llevó los flashes con un rebote ofensivo y una canasta en el último segundo. Esto le dio el triunfo a los Sacramento Kings frente a los Miami Heat por 110-111 en el Kaseya Center.
Con 9 segundos en el reloj y el marcador 110-109 a favor de los Heat, los Kings confiaron en De’Aaron Fox para el último ataque.
Aunque Fox falló su tiro, Sabonis capturó el rebote ofensivo y anotó dos puntos salvadores en el suspiro final del encuentro, desatando un estallido de emoción.
El lituano-estadounidense de 2.08 metros, que juega de ala-pívot logró un sobresaliente triple-doble con 17 puntos. También 20 rebotes y diez asistencias.
El Kaseya Center vibró con cada jugada. La intensidad del juego mantuvo a todos al borde de sus asientos, y la culminación con la canasta de Sabonis fue la guinda del pastel.
El sabor final de la noche fue de pura satisfacción para los seguidores de los Kings y los amantes del buen baloncesto.
El ambiente previo al partido, los descansos llenos de entretenimiento y el bullicio en las gradas crearon un marco perfecto para una noche inolvidable en el Kaseya Center. La NBA es una fiesta con emociones fuertes y memorables.
Por: Stella Gómez.