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El deporte ecuatoriano hizo vibrar al país en el 2021 con las medallas de Neisi Dajomes, Tamara Salazar y Richard Carapaz en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

La participación de los deportistas locales en los Olímpicos de Tokio, se convirtió en el acontecimiento de mayor trascendencia para Ecuador en el 2021, por la destacada participación de su delegación con históricas medallas.

Por primera vez en unas Olimpíadas una mujer ecuatoriana se bañó de oro con Neisi Dajomes en levantamiento de pesas, y en el mismo deporte obtuvo con Tamara Salazar la medalla de plata.

Para cerrar la más destacada participación de los ecuatorianos en unos Olímpicos, el ciclista de ruta Richard Carapaz fue el primero en llenar de alegría a sus compatriotas al ganar la anhelada medalla de oro.

Este año también dejó al defensa central de la Tri Piero Hincapié como la figura de mayor proyección del deporte ecuatoriano.

Hincapié ha sido clave en el rendimiento de la selección que está en la zona de clasificación (tercer puesto) para el Mundial de Catar 2022 a falta de cuatro fechas para que concluya la eliminatoria sudamericana.

El jugador tuvo un paso fugaz con Independiente del Valle, las selecciones juveniles y disputó el Mundial de Brasil Sub’17 de 2019, en agosto de 2020 jugó con el argentino Talleres y se mostró como una de sus figuras.

En agosto de 2021 pasó al Bayer 04 Leverkusen alemán donde se va consolidando en el equipo titular, mientras con la selección absoluta debutó en junio de este año y se ha convertido en un jugador clave con solo 19 años.

El 2021 también dejó la partida del velocista Alex Quiñónez, quien fue asesinado a tiros en octubre en uno de los barrios populosos de la ciudad portuaria de Guayaquil, un hecho que sacudió a los ecuatorianos por su alevosía.

El atleta de 32 años debutó en los Olímpicos de Londres 2012 en donde fue el séptimo más veloz del mundo, lo que le valió ser considerado un talento para el deporte ecuatoriano, y para Tokio 2020 se convirtió en el primer atleta en lograr su clasificación.

Al momento de su muerte, Quiñónez cumplía una suspensión impuesta por el Comité Olímpico Internacional, previo a Tokio, por no asistir y encontrarse en paradero desconocido durante tres controles antidopaje.

Lo anterior, según manifestaron sus familiares, lo afectó emocionalmente, porque se quedó, además, sin el apoyo económico del Plan de Alto Rendimiento del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE). EFE