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La Fiscalía General del Estado logró una sentencia de treinta y cuatro años y ocho meses de prisión para tres sujetos a quienes encontraron descuartizando un cuerpo. Los sentenciado son Steeven M., Ricardo M. y Carlos P., hallados culpables del asesinato de un hombre en San Alejo, Portoviejo, en agosto de 2024. La clave para la condena fue la sólida recopilación de pruebas que demostraron la responsabilidad de los implicados.

Durante la audiencia de juicio, el Fiscal presentó quince evidencias que sustentaron la acusación. Entre ellas, destacó el acta de levantamiento del cadáver, que reveló que el cuerpo estaba desmembrado. También el informe de la autopsia, que confirmó que la víctima murió por un impacto de bala y un golpe en la cabeza con un objeto contundente.

Una de las pruebas más determinantes provino de los teléfonos celulares de los procesados. En los aparatos se encontraron imágenes y videos que documentaban el momento en que se encontraban descuartizando un cuerpo. Los análisis periciales confirmaron que los involucrados eran los sentenciados y la víctima. Aquello dejó sin margen de duda su participación en este atroz hecho.

Adicionalmente, en el lugar del asesinato se hallaron el arma utilizada y prendas de ropa con manchas de sangre. Los análisis de ADN confirmaron que la sangre correspondía a la de la víctima. Estas pruebas, junto con el informe de reconocimiento del lugar de los hechos y las declaraciones de los agentes que participaron en la captura, consolidaron el caso.

Tenían antecedentes penales

Los tres implicados quedaron aprehendidos en flagrancia mientras estaban descuartizando el cadáver, tras una alerta del ECU-911 por disparos en la zona. Intentaron huir al percatarse de la llegada de los policías, pero resultaron capturados. La contundencia de las pruebas presentadas por Fiscalía permitió que el Tribunal impusiera la pena máxima establecida para este tipo de delitos.

De los sentenciados, solo Steeven M., presenta antecedentes penales, según los registros del Consejo de la Judicatura Nacional. Este sujeto ha estado detenido por tráfico de droga, robo, rebelión y evasión, según consta en el portal público de la entidad. Los otros dos tienen con este su primer antecedente penal, el más estricto que existe por el delito de asesinato en Ecuador.

A la víctima de este hecho violento se la identificó como Henry Molina, de 20 años de edad. Las indagaciones previas determinaban que murió asesinado a balas. Aquello quedó confirmado tras el dictamen que obtuvo la Fiscalía.

El delito de asesinato está tipificado en el artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Este apartado, informó la Fiscalía, establece una pena privativa de libertad de veintiséis a treinta años. A este se acogió la entidad para obtener la sentencia contra quienes encontraron descuartizando un cadáver en Portoviejo.