Cuando Yandri Morán hablaba de su sobrino Matías, se le saltaban las lágrimas.
Lo recordaba juguetón, corriendo y saliendo a abrazar a su hermano más pequeño, sus primos o su abuela.
Matías tenía tres años de edad, que los había cumplido hace cuatro meses, y murió tras resultar asfixiado por el humo que se originó en un incendio registrado en su casa.
El suceso se registró a las 16h00 del lunes, en el barrio Santa Lucía de la parroquia Eloy Alfaro.
Cuando ocurrió el suceso, dijo Yandri, todos habían salido de la casa y aparentemente no había fluido eléctrico.
Incluso la madre del menor, en compañía de su hijo más pequeño, había salido de compras cerca de la casa.
Posible causa del incendio
Aunque no hubo información de un incendio, Yandri señaló que un cortocircuito originó el fuego en un ropero de plástico. Se consumió todo en una habitación pequeña donde estaba el menor.
El humo que emanó el fuego asfixió a Matías. A pesar de que fue llevado de inmediato al centro de salud Cuba, los médicos sólo comprobaron su deceso por asfixia.
En el centro de salud, los gritos de dolor por la muerte de Matías se escuchaban en los alrededores.
A Matías le habían detectado una condición autista.
Yandri indicó que aún recordaba la fiesta de su cumpleaños que le organizaron en su casa.
Él estaba alegre y lo observaba corriendo por toda la casa.
“A mi sobrino le gustaba correr y bañarse, siempre pedía que le abrieran la llave, y aunque no hablaba por su condición, siempre lo pedía haciendo señas”, recordó.
El cadáver de Matías, que fue llevado a la morgue para la autopsia de ley el día de su muerte, fue retirado pasadas las 12h00 de ayer y trasladado a una vivienda en el barrio Santa Clara, donde estaba previsto velarlo. Su sepelio será hoy en la tarde.
Maico López, padre de Matías, no quiso referirse a lo acontecido.
Apenas mencionó que todo se había dado por un accidente en la casa, lo que había originado la muerte de su pequeño.
López, en compañía de varios familiares, retiraron el cuerpo de una funeraria, donde fue preparado tras la salida de la morgue.