Emocionada y ansiosa. Así se encontraba “Rosa” (nombre protegido) en el exterior del complejo penitenciario de Los Ríos, número 2, ubicado en Quevedo.
Después de siete meses de espera, finalmente se iba a reencontrar con su esposo, quien cumple una condena por el delito de robo.
Su visita tenía una particularidad, iba a ser íntima.
Al igual que ella, otras 20 mujeres esperaban su turno para poder consumar la visita conyugal con sus parejas, a quienes no veían desde antes de la cuarentena.
“Estamos juntos en las buenas y en las malas. Pese a las adversidades, nos hemos apoyado siempre”, cuenta “Rosa”, quien para el encuentro trató de estar bella. A su esposo le falta un año para obtener su libertad.
Debido a las exigencias para poder ingresar al centro carcelario, “Rosa” asegura que le fue imposible vestir sexi, sin embargo, el jean ajustado y la camiseta que llevaba puestos, moldeaba su cuerpo y resaltaba su figura.
Las visitas se realizan de lunes a viernes desde las 08h30 hasta 15h00 y se efectúan por pabellones.