Carro del padre Enrique Arcos, quien apareció muerto la tarde de este domingo, 3 de noviembre, fue hallado incinerado en la ciudad de Quito.
La Policía Nacional informó sobre el hallazgo del vehículo perteneciente al sacerdote, a quien su familia buscada desde el pasado 30 de octubre. Su cuerpo se encontraba en una zona solitaria del cantón Salcedo (Cotopaxi) y con signos de violencia.
Luego de trascender el hallazgo del cuerpo del padre Enrique Arcos, la Policía ubicó su carro. El automotor, marca Kia, de placa TKB-4069, estaba en una zona rural de la parroquia Lloa, sur de la ciudad de Quito.
Dentro de las investigaciones se realizaron 20 allanamientos entre las ciudades de Ambato, donde residía el padre Enrique Arcos, y Quito, donde apareció su carro.
Hasta el momento, las indagaciones arrojaron que, previo a su desaparición, el sacerdote estuvo con tres personas. Entre ellas un comerciante informal. A esta última personas la identifican como testigo.
Trascendió que, antes de la desaparición del padre, delincuentes entraron a la casa de su madre y sustrajeron objetos de valor. A la mujer, de 93 años de edad, la dejaron atada, pero pudo desatarse y pedir ayuda.
La Policía investiga este hecho violento y busca a los responsables del crimen del padre que servía a una comunidad de la ciudad de Ambato, provincia de Tungurahua.