Este lunes, los mercados bursátiles globales fueron testigos de caídas significativas tras la intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y sus socios comerciales, particularmente China y Japón. El presidente Donald Trump descartó pausar sus medidas arancelarias, mientras las autoridades estadounidenses y japonesas continuaron sus conversaciones. Además, en el Senado se presentó una propuesta que busca limitar el poder del presidente para imponer aranceles. Esto generó una respuesta contundente de la Casa Blanca.
Incertidumbre en los mercados bursátiles globales
Las principales bolsas de valores de Asia y Europa vivieron una jornada de alta volatilidad este lunes. En Asia, las caídas fueron estrepitosas: el índice Hang Seng de Hong Kong registró una caída del 13,22%, marcando su peor desempeño desde 1997, durante la crisis financiera asiática. Japón no estuvo exento de la debacle, con el Nikkei 225 cerrando con una pérdida del 7,8%, mientras que en Shanghái, Taiwán, Seúl y Sídney también se registraron fuertes descensos.
La volatilidad se trasladó rápidamente a los mercados europeos. París, Frankfurt, Londres, Madrid y Milán experimentaron pérdidas superiores al 4%, lo que refleja un panorama de creciente incertidumbre entre los inversores. Las reacciones globales fueron inmediatas, con todos los sectores —desde la tecnología hasta la energía— sufriendo pérdidas notables.
Este derrumbe bursátil continuó a raíz de las tensiones comerciales que escalaron la semana pasada, cuando el presidente Donald Trump anunció nuevos aranceles sobre todas las importaciones. Además, el miércoles entrarán en vigor tarifas más altas, con un 20% para la Unión Europea y 34% para China. Trump ha defendido estas decisiones, argumentando que son necesarias para corregir lo que él considera un «saqueo comercial». El mandatario de Estados Unidos, también amenazó con incrementar los aranceles contra China, si ese país toma represalias.
Petróleo: una caída impulsada por la guerra comercial
El precio del petróleo también sufrió cambios significativos este lunes. El Brent del Mar del Norte para entrega en junio perdió 2,09%, alcanzando los 64,21 dólares por barril, después de haber tocado un mínimo de 62,51 dólares, el nivel más bajo en casi cuatro años. El West Texas Intermediate (WTI) también registró una baja de 2,08%, cerrando en 60,70 dólares por barril.
La caída en los precios del crudo fue impulsada principalmente por la guerra comercial y la consecuente reducción de las expectativas de demanda. Esto ocurre especialmente considerando que la puja incluye a países como China, uno de los mayores importadores de petróleo del mundo. Analistas de DNB destacaron que el aumento de los aranceles afectó negativamente las previsiones sobre la demanda de crudo.
Oro: Refugio en tiempos de incertidumbre
A pesar de la caída de los mercados, el oro ha mantenido su valor por encima de los 3.000 dólares la onza. A medida que la incertidumbre económica crece, muchos inversores han recurrido al metal precioso como un refugio seguro ante la volatilidad del mercado. Las compras continuas por parte de los bancos centrales también han sostenido su precio en un entorno de alta volatilidad.
Los temores a una posible recesión global, exacerbados por el aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, han sido factores clave para el comportamiento del oro, que sigue siendo considerado como una inversión más segura en tiempos de crisis.
Reunión de autoridades de Estados Unidos y Japón
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, sostuvieron una conversación este lunes para discutir las consecuencias de los aranceles que EE. UU. ha impuesto recientemente. Ishiba expresó su preocupación sobre el impacto de estas medidas en las inversiones de las empresas japonesas en Estados Unidos, y subrayó que Japón instará a EE. UU. a reconsiderar sus decisiones.
Trump y el desafío del Congreso: nueva legislación sobre aranceles
Mientras tanto, en el Senado estadounidense, los senadores Chuck Grassley (republicano) y Maria Cantwell (demócrata) presentaron un proyecto de ley que busca limitar la capacidad del presidente para imponer aranceles sin la intervención del Congreso. Este proyecto ha sido respaldado por varios legisladores, quienes argumentan que las guerras comerciales pueden ser destructivas para la economía estadounidense.
El proyecto de ley establece que el presidente deberá notificar al Congreso con 48 horas de antelación cualquier medida arancelaria, acompañada de un análisis del impacto sobre consumidores y empresas. Los legisladores tendrían un plazo de 60 días para aprobar o rechazar dichas medidas.
La respuesta de la Casa Blanca no se hizo esperar. La oficina de Administración y Presupuesto emitió un comunicado en el que advirtió que si el proyecto de ley se aprueba, limitaría de manera peligrosa la capacidad del presidente para proteger la seguridad nacional y tomar decisiones en política exterior. «El Congreso debe permitir al presidente implementar sus políticas comerciales para reactivar la economía», dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. La Casa Blanca, anunció que si el proyecto prospera lo vetará.