Corea del Sur enfrenta un dilema sobre el destino de aproximadamente 500 mil perros tras la prohibición de la comercialización de su carne. Aquello está establecido en 2024 mediante un cambio constitucional. La medida obliga a los criaderos a cerrar. También deja sin solución clara el futuro de los canes, generando debates sobre su reubicación o sacrificio. La implementación de la ley ha puesto en evidencia la complejidad de transformar una práctica cultural arraigada.
La prohibición entró en vigor tras una enmienda constitucional aprobada en 2024, que clasificó a los perros como animales de compañía y no como ganado. Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Asuntos Rurales, existían más de 1,600 criaderos registrados antes de la ley. Entre todos reúnen una población estimada de 500 mil perros destinados al consumo. Desde entonces, los propietarios deben cesar operaciones, pero el gobierno aún no ha dado un plan nacional.
Corea del Sur reubicará a los perros en otros países
Organizaciones como Humane Society International (HSI) han propuesto rescatar y reubicar a los perros en albergues o hogares adoptivos, tanto dentro como fuera de Corea del Sur. En 2025, HSI informó haber rescatado a más de 2 mil perros de criaderos cerrados, enviándolos a países como Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, la escala del problema supera los recursos actuales, y muchos criadores argumentan que no pueden mantener a los animales sin ingresos.
Algunos han solicitado compensaciones económicas, pero el gobierno no ha aprobado un fondo específico. El consumo de carne de perro, aunque en declive, tiene raíces históricas en Corea del Sur, asociado a creencias sobre su valor medicinal. En 2023, un estudio de la Universidad Nacional de Seúl estimó que solo el 5% de la población consumía este tipo de carne. Aquello reflejó de un cambio cultural impulsado por la presión internacional y el creciente amor por las mascotas.
Han pedido un programa nacional de esterilización
La prohibición, apoyada por activistas y celebridades, busca alinear al país con normas globales de bienestar animal. Las autoridades locales han reportado casos de abandono y sacrificio ilegal de perros en algunas regiones, como Gyeonggi-do. Allí, inspectores encontraron 300 canes sacrificados en un criadero clausurado en mayo de 2025. El Ministerio de Medio Ambiente ha intensificado las inspecciones y multas, que pueden llegar a unos 15 mil dólares.
Expertos sugieren que la transición podría tomar años, dado el volumen de animales y la resistencia de algunos sectores. Organizaciones no gubernamentales han pedido al gobierno un programa de esterilización y adopción masiva. No obstante, la Asociación de Criadores de Perros de Corea del Sur ha solicitado un plazo de tres años para cerrar operaciones. Hasta ahora, el debate sigue abierto, con propuestas que van desde refugios temporales hasta exportaciones humanitarias.