Will Smith, ícono de Hollywood, enfrentó un duro golpe con el fracaso de After Earth en 2013, pero su papel en Focus (2015), estrenada en Los Ángeles, EE.UU., lo ayudó a recuperar su confianza. La cinta, un éxito comercial moderado, fue un punto de inflexión personal tras un bache crítico y emocional.
Will Smith ha sido sinónimo de taquillazos, desde Men in Black hasta Independence Day. Pero incluso las estrellas caen, y para Smith, el desplome llegó con After Earth (2013). La película de ciencia ficción, dirigida por M. Night Shyamalan y protagonizada junto a su hijo Jaden, fue un desastre en taquilla y crítica, recaudando solo 243 millones frente a un costo de 130 millones. Las reseñas fueron crueles, y ambos recibieron “premios” en los Golden Raspberry Awards (una parodia que premia los peores fracasos cinematográficos).
El impacto de un fracaso
“Algo se me rompió en la cabeza”, confesó Smith en una entrevista con Front Row Features sobre After Earth. Tras éxitos como Hombres de Negro 3 y Hancock, el batacazo lo dejó en shock. “Fue insoportable, especialmente por mi hijo”, admitió en Esquire, revelando cómo el fracaso afectó su relación con Jaden. La presión de ser siempre “número uno” lo había atrapado, y necesitaba un cambio.
El punto de inflexión llegó con Focus (2015), una cinta sobre estafadores donde Smith interpretó a Nicky Spurgeon junto a Margot Robbie. Aunque no fue un taquillazo, recaudó una taquilla decente y marcó un renacer personal. “Pensé: ‘Sigo vivo, sigo siendo yo’”, dijo Smith, aliviado de dejar atrás las expectativas aplastantes.
Un nuevo enfoque en Hollywood
Focus no fue perfecta. La crítica la llamó “aceptable, pero predecible”, según Infobae. Sin embargo, para Smith, su valor iba más allá de los números. “Ya no mido mi calidad por lo que otros piensan”, reflexionó, abrazando una filosofía más libre. La película le permitió reconectar con su pasión, trabajando con un elenco talentoso y dejando atrás el peso de After Earth.
El caso de Smith no es único. Otros, como Ben Stiller con Zoolander 2, han enfrentado fracasos que los llevaron a replantearse. Pero la historia de Smith resuena por su honestidad. “El éxito no es evitar fracasos, sino enfrentarlos”, dijo. Focus no solo lo sacó del hoyo, sino que preparó el camino para éxitos posteriores, como Bad Boys: Ride or Die (2024).
Smith, un ícono que no se rinde
Hoy, Smith sigue siendo un titán de Hollywood, a pesar de tropiezos como el incidente de la “bofetada del Oscar” en 2022. Su experiencia con Focus muestra que los fracasos son parte del juego, pero también oportunidades para crecer. Mientras los fans esperan proyectos como Hancock 2 con Zendaya, la lección queda clara: incluso las estrellas más grandes pueden caer, pero lo que importa es cómo se levantan.