La Universidad de Chicago, EE. UU., realizó un estudio que identificó las áreas cerebrales clave utilizadas durante el razonamiento lógico. Los resultados se obtuvieron a través de un análisis de imágenes cerebrales realizado para comprender cómo procesamos decisiones complejas.
Investigadores de la Universidad de Chicago han dado un paso adelante en la comprensión del razonamiento lógico. Publicado en Nature Human Behaviour, el estudio utilizó imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI) para observar la actividad cerebral de 32 participantes mientras resolvían problemas lógicos. Los resultados muestran que regiones como la corteza prefrontal y la corteza parietal son fundamentales para procesar información y tomar decisiones.
“El razonamiento lógico es un proceso complejo que involucra múltiples áreas cerebrales trabajando en conjunto”, explicó el autor principal, Andrew Kayser, neurocientífico de la universidad. Los hallazgos podrían tener aplicaciones en la educación y el tratamiento de trastornos cognitivos.
Áreas cerebrales clave para el razonamiento
El estudio encontró que la corteza prefrontal dorsolateral, asociada con la planificación y el control cognitivo, se activa intensamente durante tareas de razonamiento deductivo. La corteza parietal posterior, vinculada al procesamiento espacial y numérico, también juega un rol crucial, integrando información para resolver problemas. Además, el cuerpo calloso facilita la comunicación entre ambos hemisferios cerebrales, optimizando la toma de decisiones.
“Estas regiones trabajan como una red, coordinándose para procesar datos y llegar a conclusiones”, detalló Kayser. Los participantes resolvieron problemas como silogismos lógicos, lo que permitió mapear la actividad cerebral en tiempo real.
Un estudio previo de Journal of Neuroscience (2020) ya había señalado la importancia de la corteza prefrontal en el razonamiento, pero este nuevo análisis destaca la interacción con la corteza parietal, ampliando el entendimiento de la red neuronal.
Metodología y hallazgos
Los 32 voluntarios, de entre 18 y 40 años, realizaron tareas lógicas mientras sus cerebros eran escaneados. Las pruebas incluyeron problemas de deducción (determinar si una conclusión es válida) y inducción (extraer patrones de datos). Los investigadores observaron que el razonamiento deductivo activaba más la corteza prefrontal, mientras que el razonamiento inductivo involucraba también la corteza parietal.
“El cerebro adapta su actividad según el tipo de razonamiento”, afirmó Kayser. Los resultados mostraron una mayor conectividad en la red frontoparietal durante tareas complejas, lo que sugiere una integración eficiente de información.
Contexto y aplicaciones del razonamiento
El razonamiento lógico es esencial para actividades diarias, desde resolver problemas matemáticos hasta tomar decisiones éticas. Estudios previos, como uno de Cognitive Science (2019), habían explorado el razonamiento, pero se centraban en modelos teóricos. La investigación de Chicago aporta datos concretos al mapear la actividad cerebral en tiempo real.
Los hallazgos tienen implicaciones prácticas. En educación, podrían inspirar métodos para mejorar habilidades lógicas en estudiantes. En neuropsiquiatría, podrían guiar tratamientos para trastornos como la esquizofrenia, donde el razonamiento está afectado. Según The Lancet Neurology (2023), el 10% de los pacientes con trastornos cognitivos muestran déficits en la corteza prefrontal.
Implicaciones futuras
El estudio sugiere que entrenar la red frontoparietal podría potenciar habilidades de razonamiento. “Comprender estas áreas nos permite diseñar intervenciones más precisas”, indicó Kayser. Los investigadores planean estudios a mayor escala para explorar cómo factores como la edad o el estrés influyen en el razonamiento.
En X, @EducaCiencia escribió: “Esto podría revolucionar cómo enseñamos a los niños a pensar lógicamente”. La comunidad espera aplicaciones prácticas en los próximos años.
Un avance para la neurociencia
La investigación de la Universidad de Chicago del 16 de abril ilumina cómo el cerebro aborda el razonamiento lógico, destacando el papel de la corteza prefrontal y la corteza parietal. Con aplicaciones en educación y salud mental, este estudio marca un hito en la neurociencia, ofreciendo una ventana al complejo proceso de tomar decisiones.