La dermatitis atópica, conocida también como eczema, es una enfermedad crónica de la piel que afecta a entre el 5-8% de los niños, especialmente a bebés y niños pequeños. Caracterizada por piel seca, enrojecida y con picor intenso, esta afección puede ser un desafío para los padres. A continuación, te ofrecemos una guía práctica para cuidar a tu hijo con dermatitis atópica, basada en recomendaciones de expertos, para mejorar su calidad de vida y prevenir brotes.
1. Hidratación constante de la piel
La hidratación es el pilar fundamental para tratar la dermatitis atópica. Aplica cremas emolientes o lociones hidratantes sin perfume al menos dos veces al día, especialmente después del baño, para restaurar la barrera cutánea. Productos con ceramidas, glicerina o L-isoleucina son ideales, ya que refuerzan la protección de la piel. Evita cremas con alcohol o fragancias, ya que pueden irritar. En casos de brotes, el pediatra puede recetar cremas con corticosteroides tópicos para reducir la inflamación, pero úsalas solo bajo supervisión médica.
2. Baños cortos y suaves
Los baños deben ser breves, de menos de 10 minutos, con agua tibia (30-35°C) para evitar la sequedad. Usa jabones syndet (sin detergentes) o aceites de baño infantiles, y evita esponjas o frotar la piel. Sécala con una toalla de algodón dando toques suaves, sin restregar, especialmente en los pliegues. En niños mayores, es preferible la ducha. Los baños diarios no están contraindicados, siempre que se hidrate la piel inmediatamente después.
3. Evita desencadenantes
Identifica y reduce la exposición a factores que empeoran la dermatitis, como alérgenos (polen, ácaros, pelo de mascotas), telas irritantes como la lana, o detergentes fuertes. Lava la ropa con detergentes suaves, aclara bien y evita suavizantes. Mantén una temperatura ambiente de 20-22°C y usa humidificadores en invierno para contrarrestar la sequedad causada por la calefacción. En bebés pequeños, consulta al pediatra para descartar alergias alimentarias, como al huevo o la leche, que pueden agravar los síntomas.
4. Control del picor
El picor intenso es un síntoma común que puede llevar al rascado y a infecciones. Mantén las uñas de tu hijo cortas y considera guantes de algodón por la noche. Los antihistamínicos orales, prescritos por un médico, pueden ayudar a aliviar la comezón. Enseña a niños mayores a evitar rascarse y a aplicar crema hidratante cuando sientan picor.
5. Consulta al pediatra ante complicaciones
Si observas enrojecimiento, pus, fiebre o heridas, contacta al pediatra de inmediato, ya que podrían indicar una infección. En casos graves, tratamientos como fototerapia o medicamentos inmunosupresores pueden ser necesarios.
Con una rutina de cuidado adecuada, la dermatitis atópica puede controlarse, mejorando la comodidad de tu hijo. La constancia y la comunicación con el pediatra son clave para manejar esta condición crónica. (500 palabras)