Las cámaras inteligentes han transformado la seguridad del hogar en Ecuador, según William A. Cedeño, ingeniero en Ciencias de la Computación, en una entrevista con este medio. “Estas cámaras no son simples dispositivos de grabación: están equipadas con sensores de movimiento, visión nocturna, reconocimiento facial, seguimiento de personas y alertas en tiempo real al celular”, explica Cedeño. Conectadas al Wi-Fi del hogar, permiten almacenar grabaciones en la nube o en tarjetas de memoria y se controlan desde una aplicación móvil.
Por ejemplo, “si alguien se acerca a la puerta principal durante la noche, la cámara puede encender una luz automáticamente, emitir una alerta sonora o enviar una notificación al celular del propietario”, afirma el ingeniero. Estas funciones disuasivas previenen delitos. Las cámaras se integran con alarmas, luces o cerraduras inteligentes, formando un sistema de protección integral.
Aunque en su inicio tenían precios elevados, ahora marcas como Reolink, Ezviz y Xiaomi ofrecen modelos asequibles. “Lo mejor es que esta tecnología ya no es exclusiva de grandes empresas o viviendas de alto nivel”, destaca Cedeño, señalando su disponibilidad en ferreterías y tiendas electrónicas en todo Ecuador.
Accesibilidad y popularidad de las cámaras inteligentes
De acuerdo con Cedeño, la instalación es simple: “La mayoría de cámaras inteligentes se instalan en minutos y sus aplicaciones móviles están diseñadas para ser intuitivas”, explica el profesional. Siendo así, no se necesita ser experto, lo que ha aumentado su uso. “Actualmente existen muchas marcas que ofrecen modelos de buena calidad desde precios muy asequibles”, añade.

Las cámaras inteligentes son comunes en zonas urbanas. “Más allá de la protección individual, la adopción de estas tecnologías también tiene un impacto positivo a nivel comunitario”, menciona. Varias cámaras en un vecindario crean una red de vigilancia pasiva, identificando actividades sospechosas, robos o accidentes.
Según Cedeño esto apoya a las autoridades. “Puede colaborar con las autoridades locales proporcionando evidencia visual clave y permitiendo una respuesta más rápida ante emergencias”.
Precauciones esenciales
Cedeño resalta la importancia de la seguridad digital. Es así que recomienda cambiar las contraseñas predeterminadas, actualizar el firmware (tipo de software integrado en el hardware de un dispositivo, que le permite funcionar correctamente). Y limitar el acceso solo a personas autorizadas son prácticas esenciales. También enfatizó respetar la privacidad: “Es importante respetar la privacidad de vecinos, visitantes y espacios públicos, instalando las cámaras en lugares estratégicos”.
La colocación adecuada garantiza funcionalidad sin problemas legales. Estas medidas protegen el sistema y las relaciones comunitarias, haciendo de las cámaras una herramienta confiable.
Un nuevo estándar de seguridad
La seguridad del hogar ha evolucionado. Hoy, con una pequeña inversión, es posible tener ojos virtuales cuidando de nuestras familias. La adopción masiva de cámaras inteligentes impulsa ciudades más seguras. “Han llegado para quedarse, y su integración en los hogares ecuatorianos marca un paso importante hacia ciudades más seguras, conscientes y conectadas”, concluye Cedeño.
Con precios accesibles y configuración sencilla, las cámaras se están convirtiendo en un estándar en los hogares ecuatorianos, fortaleciendo la seguridad individual y colectiva.