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El ministro de Defensa confirmó un intento de asesinato y secuestro de 29 policías en El Plateado, Cauca, por disidencias de las FARC.

El ministro de Defensa de Colombia, general Pedro Sánchez, confirmó este viernes 7 de marzo de 2025 en El Plateado, Cauca, un intento de asesinato y “secuestro” de 29 policías tras un enfrentamiento con disidencias de las FARC, lideradas por Iván Mordisco, como parte de un ataque para obstaculizar la operación Perseo y mantener el control del territorio.

Sánchez detalló que el Frente Carlos Patiño de las disidencias está detrás del ataque, ejecutado con apoyo de civiles “instrumentalizados” por el grupo. “Los responsables se vistieron de civil y se infiltraron entre la población local para atentar contra los efectivos, quemando varios vehículos militares”, explicó el ministro. Los acusados enfrentarán cargos por intento de homicidio, secuestro y otros delitos graves.

El incidente ocurrió el jueves 6 de marzo de 2025, cuando la población local, coaccionada por las disidencias, impidió el avance de la Policía y el Ejército hacia el centro de El Plateado. “Estos actos constituyen crímenes de guerra que violan el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos”, afirmó Sánchez, destacando que dejaron nueve heridos, incluidos dos menores.

Reclutan a menores colombianos

El ministro denunció que el Frente Carlos Patiño recluta forzosamente a menores y manipula a la población para expulsar a las fuerzas estatales. “No solo reclutan de manera forzada a nuestros menores de edad, sino que instrumentalizan y coaccionan a la población civil”, señaló. Este viernes, se reportaron enfrentamientos que evidencian la resistencia del grupo armado.

Sánchez anunció que este sábado 8 de marzo el Gobierno se reunirá en Popayán para evaluar la operación Perseo, iniciada en octubre de 2024 con despliegues militares, ataques aéreos y drones. El objetivo es retomar El Plateado, un corredor clave para el narcotráfico hacia el Pacífico.

Contexto del conflicto

El Plateado, en el cañón del Micay, es un bastión histórico del narcotráfico, controlado por la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC bajo Iván Mordisco. La región, desconectada por su difícil acceso, produce cocaína y marihuana que se exportan desde Cauca y Nariño. Desde los años 80, diversos grupos armados han disputado este territorio.

Aunque las acciones en el cañón del Micay estuvieron pausadas durante las negociaciones con las disidencias, la salida de Mordisco de la mesa en marzo de 2024 reactivó la estrategia militar. El Gobierno de Gustavo Petro busca combinar presencia armada con inversiones sociales para recuperar esta zona estratégica.

Agencias/Enrique Loor