Christian Arana no ve pero utiliza el olfato para crear perfumes.
El hombre de 37 años cumplió uno de sus sueños y estrenó un local de perfumes en el que también vende ambientales, suavizantes y productos de la época como el cloro y amonio cuaternario.
Su emprendimiento se llama Atrévete y se ubica en el local tres del mercado municipal central. “Quiero demostrar que las barreras solo se las pone uno mismo”, dijo.
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