Un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos suspendió, este jueves 29 de mayo el fallo del Tribunal de Comercio Internacional que bloqueaba los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, argumentando que el Ejecutivo carecía de autoridad legal. La medida permite que los gravámenes sigan vigentes mientras se resuelve el recurso presentado por el gobierno.
Estos gravámenes, anunciados el 2 de abril de 2025 como parte del plan “Día de la Liberación”, incluían un 10% general a importaciones de múltiples países, con tarifas más altas a China y la Unión Europea.
Victoria parcial para Donald Trump
La decisión del Tribunal de Comercio Internacional se basó en que Trump excedió su autoridad al usar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) de 1977. Argumentó que el déficit comercial no constituye una emergencia nacional. La corte dio un plazo de 10 días para detener los aranceles, pero la apelación del gobierno frenó esta medida.
El Tribunal de Apelaciones ordenó a los demandantes presentar argumentos escritos antes del 5 de junio y al gobierno antes del 9 de junio. Con esto se busca evaluar si la suspensión será prolongada.
Decisión sobre los aranceles
Los aranceles de Trump, enfocados en reorientar la economía hacia la manufactura, afectaron importaciones de países como China, México y Canadá, justificándose en parte por el combate al tráfico de fentanilo. Sin embargo, no incluyen los gravámenes al acero, aluminio y automóviles, que se rigen por la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962.
La Casa Blanca, a través de la secretaria de prensa Karoline Leavitt, calificó el fallo inicial del Tribunal de Comercio como “flagrantemente erróneo”. Asimismo defendió la autoridad presidencial para imponer aranceles bajo emergencia nacional. La administración estadounidense también señaló precedentes, como los aranceles de Richard Nixon en 1971, aunque estos se basaron en otra legislación.
Impacto y próximos pasos
El fallo inicial respondió a demandas del Liberty Justice Center, representando a cinco pequeñas empresas, y de 12 estados liderados por Nueva York, que cuestionaron la legalidad de los aranceles. La suspensión permite al gobierno mantener los gravámenes mientras se prepara una defensa que podría llegar a la Corte Suprema.
El Departamento de Justicia argumentó que el bloqueo judicial afecta la diplomacia y la autoridad presidencial en asuntos exteriores. La batalla legal continúa, con posibles implicaciones para las negociaciones comerciales internacionales.
La Casa Blanca expresó confianza en que el fallo quedará revertido en apelación. Mientras que, analistas advierten que los aranceles de Trump podrían elevar costos para consumidores y pequeñas empresas. La decisión final del Tribunal de Apelaciones determinará si los gravámenes se mantienen o son anulados definitivamente.