Sam Childers, conocido como el “Predicador de la Ametralladora”, pasó de ser un traficante de drogas y miembro de una banda de motociclistas a fundar un orfanato en Sudán del Sur. Gracias a su acción ha logrado rescatar a más de mil niños de la guerra. Su vida, marcada por un pasado turbulento y una redención inspiradora, fue llevada al cine en 2011 con la película Machine Gun Preacher.
Nacido en 1963 en Grand Forks, Dakota del Norte, Childers creció en una familia de clase media. Su padre, Paul Childers, exmarine y herrero, y su madre criaron a Sam junto a sus dos hermanos mayores, Paul Jr. y George. Tras la muerte de su hermana Donna por problemas cardíacos antes de su primer cumpleaños quedó afectado psicológicamente. La depresión lo llevó a tomar una serie de malas decisiones que lo llevaron a prisión.
Sam Childers dejó una vida de delitos y excesos
A los 11 años, la familia se mudó a Grand Rapids, Minnesota, donde Sam comenzó a consumir cigarrillos, marihuana, alcohol y heroína. Su adolescencia estuvo marcada por adicciones, tráfico de drogas y violencia, lo que lo llevó a unirse al Outlaws Motorcycle Club, una conocida banda de motociclistas que cometía múltiples delitos.
En 1992, su vida cambió radicalmente. Influenciado por su esposa Lynn, una exbailarina que abrazó el cristianismo. Sam Childers se convirtió durante una reunión en una iglesia de las Asambleas de Dios en Pensilvania. Abandonó las drogas, el alcohol y el crimen, y fundó una iglesia en su comunidad. En 1998, viajó a Sudán del Sur como voluntario en proyectos de reconstrucción. Allí vio de cerca las atrocidades del Ejército de Resistencia del Señor (LRA).
Ese grupo de rebeldes, liderado por Joseph Kony, secuestraba a niños para convertirlos en soldados o esclavos. A las mujeres las violaban y les cortaban los labios, los senos, oreja u otras partes del cuerpo. Luego eran asesinadas.
Se ha enfrentado directamente a ejércitos de rebeldes
Conmovido por la situación, Sam Childers y Lynn fundaron Angels of East Africa, una organización que opera el orfanato Children’s Village en Nimule, Sudán del Sur. Actualmente, alberga a más de 300 niños, ofreciéndoles refugio, educación y atención médica. Childers también ha rescatado niños en el norte de Uganda, enfrentándose directamente al LRA, lo que le valió el apodo de “Predicador de la Ametralladora”.
Su labor, aunque controvertida por su uso de armas, ha sido reconocida con el Premio Madre Teresa por la Justicia Social en 2013. Su historia fue narrada en el libro Another Man’s War (2009) y adaptada al cine en Machine Gun Preacher (2011), protagonizada por Gerard Butler.
Autoridades de Estados Unidos investigaron sus finanzas
La película, aunque criticada por exageraciones, visibilizó la crisis humanitaria en Sudán del Sur. Sam Childers ha enfrentado cuestionamientos por su enfoque militarista y acusaciones de exagerar sus hazañas, pero su organización sigue operando. En 2014, el FBI y el IRS investigaron sus propiedades, pero fue absuelto de todos los cargos en 2019.
Hoy, a los 62 años, Childers alterna su tiempo entre Sudán del Sur y Estados Unidos, donde da conferencias para recaudar fondos. Su trabajo ha impactado a miles de niños, ofreciéndoles una segunda oportunidad en una región devastada por la guerra civil.