Rusia planea completar la transición hacia su propia estación espacial orbital para el año 2030, con el objetivo de establecer la primera plataforma de drones en el espacio equipada con robots para su mantenimiento. Así lo anunció el vice primer ministro Denís Mánturov este viernes 6 de junio del 2025, durante una reunión del Consejo del Desarrollo Estratégico y Proyectos Nacionales, encabezada por el presidente Vladímir Putin.
El proyecto, que forma parte de la agenda espacial ampliada del país, contempla una transición progresiva desde la actual participación rusa en la Estación Espacial Internacional (EEI) hacia una infraestructura orbital autónoma, denominada Estación Orbital Rusa (ROS). Según explicó Mánturov, la ROS será construida “módulo por módulo” y contará con una tecnología patentada por Rusia, destinada a garantizar operaciones autónomas mediante sistemas robóticos.
“Será la primera plataforma de drones del mundo equipada con robots para su mantenimiento”, destacó el vice primer ministro, quien agregó que la implementación de esta tecnología también se proyecta para futuros desarrollos del programa lunar ruso.
Se trabaja en objetivos estratégicos
En paralelo, Mánturov subrayó que se está trabajando para que todo el territorio ruso disponga de canales de comunicación estables para 2030. Esto, como parte de los objetivos estratégicos nacionales. Esta cobertura permitirá optimizar las operaciones espaciales y ampliar la capacidad de gestión de sistemas orbitales desde tierra.
El desarrollo de la nueva estación también se apoya en los proyectos federales ‘Ciencia Espacial’ y ‘Átomo Espacial’, orientados a la exploración del sistema solar y del espacio profundo. Estas iniciativas buscan fortalecer el liderazgo tecnológico de Rusia en la carrera espacial global. “Tendremos la oportunidad de ser los primeros en desplegar una central nuclear en la Luna y estudiar la atmósfera de Venus”, señaló Mánturov. Con ello, también recalcó que Rusia es el único país que ha logrado aterrizar una sonda en ese planeta.
Una plataforma innovadora
Por su parte, Dmitri Bakánov, director de la corporación estatal Roscosmos, afirmó que la Estación Orbital Rusa será “una plataforma innovadora de nueva generación”. De acuerdo con sus declaraciones, la ROS no solo funcionará como un laboratorio tripulado, sino también como un complejo espacial automatizado de alto nivel. “Será esencialmente un dron autónomo en órbita: potente, automatizado y tecnológicamente independiente”, detalló Bakánov.
Según el calendario establecido, el despliegue de la ROS comenzará en 2027 y se extenderá hasta 2033. La estación operará en una órbita casi polar, lo que permitirá observar gran parte de la superficie terrestre. Es decir, están incluidas las regiones árticas, una zona estratégica para Rusia.
Rusia busca fortalecer su autonomía tecnológica
El desarrollo de una estación orbital nacional forma parte de los planes rusos para reducir su dependencia de infraestructuras internacionales como la EEI, cuya vida útil se aproxima a su fin. En este contexto, el país busca fortalecer su autonomía tecnológica y ampliar su presencia en el espacio con soluciones propias.
La ROS también se proyecta como un componente clave del futuro programa lunar ruso, al funcionar como una base de operaciones para misiones hacia la Luna y más allá. La apuesta por tecnologías automatizadas y de propulsión nuclear representa un nuevo enfoque en la exploración espacial. Este, está centrado en la eficiencia energética y la operación remota en entornos extremos.
Rusia, con décadas de experiencia en el ámbito aeroespacial desde la era soviética, mantiene sus aspiraciones de protagonismo en la exploración del espacio. Con este nuevo plan, el país refuerza su estrategia para liderar desarrollos en robótica orbital, automatización y sistemas energéticos avanzados aplicados fuera de la Tierra.