El Municipio de Guayaquil ha repotenciado 15 edificios patrimoniales que actualmente funcionan con fines administrativos, culturales, educativos, turísticos y comerciales. Esta iniciativa busca conservar el legado arquitectónico de la ciudad y, al mismo tiempo, fortalecer la identidad urbana y mejorar la oferta de servicios públicos.
La estrategia es liderada por la Dirección de Patrimonio Cultural, en coordinación con otras dependencias municipales. Estos espacios históricos están distribuidos en el centro y otras zonas estratégicas de la ciudad y cumplen funciones activas, a diferencia de la lógica de conservación pasiva del pasado.
Espacios institucionales e históricos en uso continuo
Entre los inmuebles con funciones administrativas e institucionales se encuentran el Palacio Municipal, sede principal del gobierno local. El antiguo Hotel Crillón, actualmente adaptado para uso institucional. la Casa Jorge Bucaram, que alberga al Consulado de España y la antigua sede del Club de la Unión, también destinada a actividades municipales.
Estas edificaciones no solo representan valor arquitectónico, sino que también albergan actividades públicas permanentes, contribuyendo a dinamizar el uso del espacio urbano y facilitar la gestión institucional.
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Patrimonio turístico y cultural abierto a la ciudadanía
Con fines turísticos, el Municipio ha mantenido activos espacios emblemáticos como la Casa Guzmán Aspiazu, que funciona como el Museo del Cacao; la Torre Morisca, uno de los íconos arquitectónicos de la ciudad; y la Glorieta del Parque Seminario, punto tradicional de encuentro para visitantes y residentes.
En el ámbito educativo y cultural, también se mantienen en funcionamiento la Biblioteca y Museo Municipal, la Biblioteca Sofía (ubicada en los antiguos Servicios Higiénicos Municipales), el Palacio de Cristal, la Casa Ignacio Gómez Icaza (actual Teatrino), el Jardín de Infantes Alberto Wither Navarro y el Colegio de Bellas Artes.
Estos espacios forman parte de la oferta patrimonial y cultural de Guayaquil, abierta al público y vinculada con actividades académicas, educativas y artísticas.
Mercados patrimoniales preservan su uso original
Además, dos inmuebles patrimoniales mantienen su función comercial tradicional: el Mercado Central y el Mercado Oeste. Ambos operan como espacios de abastecimiento popular, conservando su rol histórico en la dinámica económica local.
Estos mercados, ubicados en sectores con alta densidad de población, son considerados parte esencial del patrimonio urbano funcional, ya que combinan valor arquitectónico con utilidad comunitaria.
Planes de reactivación y gestión patrimonial
El Municipio impulsa actualmente estudios técnicos para la reactivación de otros cuatro inmuebles patrimoniales, en proceso de evaluación. La Dirección de Patrimonio Cultural se encarga de planificar, inspeccionar y controlar estos procesos, cumpliendo con las normas legales vigentes.
La recuperación de estos edificios se articula con la visión de un desarrollo sostenible. Allí se busca que el patrimonio arquitectónico sea parte de la vida diaria de la ciudad. Las intervenciones buscan asegurar que estos bienes tengan uso activo, evitando su deterioro por abandono o desuso.
Según datos municipales, todos estos espacios son sometidos a mantenimiento periódico, con supervisión técnica especializada para garantizar su conservación estructural y operativa.