La crianza de hijos representa uno de los mayores desafíos financieros para las parejas, con costos que abarcan desde guarderías hasta la educación universitaria, según diversos estudios internacionales. Gestionar estas responsabilidades requiere planificación, comunicación y estrategias claras para equilibrar los gastos sin comprometer la estabilidad económica del hogar.
El costo de criar un hijo varía según el país, pero los gastos iniciales, como pañales, atención médica y guarderías, suelen ser significativos. En Estados Unidos, el Departamento de Agricultura estima que una familia de ingresos medios gastará aproximadamente 310,000 dólares en criar un hijo hasta los 18 años, sin incluir la universidad. En Europa, países como el Reino Unido reportan costos similares, con un promedio de 200,000 libras (268, 200 dólares) por hijo, según el Child Poverty Action Group. Estos datos reflejan gastos en alimentación, ropa, cuidado infantil y actividades extracurriculares.
Un presupuesto conjunto para el ahorro de los hijos
Las guarderías, uno de los primeros retos financieros, pueden consumir entre el 10% y el 20% del ingreso familiar en países desarrollados, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En regiones como América Latina o Asia, donde el acceso a guarderías públicas es limitado, las parejas recurren a opciones privadas, que a menudo representan una carga significativa.
Para mitigar este impacto, expertos recomiendan que las parejas prioricen un presupuesto conjunto y exploren subsidios gubernamentales o beneficios fiscales disponibles en sus países.
La educación escolar es otro componente clave
En muchos países, la educación pública es gratuita, pero los costos asociados, como uniformes, materiales o actividades extracurriculares, pueden sumar miles de dólares al año. En países como Canadá o Australia, las familias destinan entre 1,000 y 5,000 dólares anuales a estos rubros, según datos de instituciones educativas locales. Las parejas que optan por escuelas privadas enfrentan gastos aún mayores, lo que obliga a planificar con años de anticipación.
El ahorro para la educación universitaria es un desafío a largo plazo. En Estados Unidos, el costo promedio de una carrera de cuatro años en una universidad pública supera los 100,000 dólares, según el College Board. En el Reino Unido, las tasas universitarias rondan las 9,250 libras anuales ( 12.409,80 dólares), mientras que en países como Alemania, la educación superior es gratuita o de bajo costo, pero los gastos de manutención siguen siendo un factor. Para enfrentar esto, las parejas recurren a planes de ahorro específicos, como los 529 en Estados Unidos o cuentas de inversión a largo plazo en otros países.
La comunicación abierta es esencial para alinear las prioridades financieras
Según un estudio de la Universidad de Michigan, las parejas que discuten regularmente sus finanzas reportan menos conflictos relacionados con el dinero. Establecer un fondo de emergencia, que cubra al menos tres meses de gastos, también es crucial para imprevistos como gastos médicos o pérdida de empleo.
Además, las parejas deben considerar el impacto de la crianza en sus ingresos. En muchos hogares, uno de los padres reduce su jornada laboral o deja de trabajar temporalmente para cuidar a los hijos. Esto afecta el presupuesto familiar. En países como Suecia, las políticas de licencias parentales pagadas ayudan a mitigar esta pérdida, pero en regiones con menos apoyo estatal, las parejas deben planificar cuidadosamente.