El 25 de mayo de 2003, un avión Boeing 727-223, con matrícula N844AA, desapareció del Aeropuerto Quatro de Fevereiro en Angola. Lo hizo tras despegar sin autorización con dos hombres a bordo, Ben Padilla y John Mutantu. El avión se perdió sobre el océano Atlántico, y a pesar de los esfuerzos de búsqueda liderados por la CIA, nunca se encontraron restos ni pistas sobre su destino. Con ello inició uno de los mayores misterios de la aviación moderna.
El incidente, conocido como la «desaparición del Boeing 727 de Angola», ocurrió en un contexto de inestabilidad en el país. Apenas un año antes había dicho país salido de una guerra civil de casi tres décadas. El avión, propiedad de una empresa estadounidense, estaba en Angola para ser reparado y convertido para operaciones comerciales.
Avión partidó desde Angola y nunca se supo nada
Según reportes de la época, Padilla, un ingeniero de vuelo, y Mutantu, un mecánico, realizaban tareas de mantenimiento antes del despegue no autorizado. Testigos en el aeropuerto indicaron que el Boeing 727 rodó por la pista y despegó abruptamente, sin comunicación con la torre de control. Las autoridades angoleñas, junto con agencias internacionales, iniciaron una búsqueda exhaustiva que abarcó el espacio aéreo y marítimo del Atlántico sur.
La CIA, interesada por las implicaciones de seguridad, participó en la investigación, pero no se hallaron restos del avión ni evidencia de su trayectoria. La falta de transpondedores activos y la ausencia de un plan de vuelo complicaron los esfuerzos. El caso generó especulaciones sobre posibles causas, desde fallos mecánicos hasta actividades ilícitas, aunque ninguna teoría ha sido confirmada.
Vulnerabilidad de controles aeroportuarios
El Boeing 727-223, un modelo común en la aviación comercial de la época, podía transportar hasta 189 pasajeros, pero en el momento de su desaparición sólo llevaba a los dos hombres. Este incidente ha sido comparado con otros misterios aéreos, como el vuelo MH370 de Malaysia Airlines, aunque en menor escala.
Según expertos en aviación, la desaparición destaca la vulnerabilidad de los controles aeroportuarios en regiones afectadas por conflictos. Hoy, tras más de 20 años, el caso sigue sin resolverse. La desaparición del avión Boeing 727 de Angola permanece en los registros como un enigma. Las autoridades de aviación internacional continúan investigando ese caso.